martes, 4 de junio de 2024

Vihalf Vitoria 2024

Toda esta aventura comienza a un mes del evento en el maravilloso pueblo de Murgia. Allí andaba yo viendo Zuiadu tan tranquilo cuando me suelta el gran Juli que vendía el dorsal para el Vihalf de Vitoria, yo en primera instancia como no tenía pensado hacerlo le digo que no, pero cada minuto le voy dando vueltas, hacer un media distancia con mi par de tiradas largas de 50m km en bici se me hacía muy cuesta arriba y más sabiendo la dureza del conjunto. Viendo que tenía “todo a mi favor” jajaja, al final del día y ya de calentón, le digo a Diana que gestione lo del dorsal.

A partir de aquí empieza el camino, para comenzar me sorprende la gran labor de los organizadores para cambiar de nombre sin añadir más gasto (como debería ser en cualquier prueba) y un par de emails después ya está todo a mi nombre. Hace 6 años que no hago media distancia (la cual se me queda grande) desde el antiguo de Vitoria que compartía con el ironman. Al Vihalf le tenía un poco de “miedo” porque las mini cuestas de la bici y sobre todo la carrera ratonera no me gustaba nada (pero eso llegara más adelante).

El segundo paso era intentar minimizar la desventaja, por lo que a falta de una idea mejor contacto con la personita que me dejo la cabra la última vez y tengo la suerte de que la gran Pereiro me la preste de nuevo. A partir de ese momento, como he dicho al principio, el objetivo era intentar alargar el par de salidas en bici que podía hacer a la semana, aunque el tiempo Vitoriano tampoco ayuda mucho.

La natación a pesar de no hacer los metros que hacía antes, no es algo que me preocupe demasiado y la carrera a pie al final es en lo que más constante puedo estar, solo me faltaría subir algunos kilómetros más, pero eso era lo más fácil. Con todo esto van pasando los días, un par de pruebas para ver cómo se va en la cabra, dolores por varias zonas, pero……llega el día.

Me comentan la posibilidad de poder salir con los chicos de elite (por ahorrar golpes y agarrones) pero no sé porque no me veo saliendo con la gente buena y decido quedarme en el grupo que me corresponde.

El día previo, es lo que menos me gusta de estos eventos largos, soy más de ir a los sitios correr y marchar. Primero ir a por los dorsales, llegar a casa y empezar el baile de las bolsas, neopreno para un lado, zapatillas para otro y así más de media hora de organización para poder llevarlo todo mañana a primera hora.

Este año lo que si voy a cambiar gracias a la “nutricionista de la casa” es como me tengo que alimentar en el trascurso de la carrera, creo que lo de ir con un plátano y una naranja, como en los otros 3 medias distancia que he hecho, no era una buena estrategia. Pregunto cada cuanto hay que tomar los geles, la barrita y el líquido e intento memorizarlo.

Llega el día de la prueba, yo tenía cogido el traslado a Garaio con la bicicleta por lo que voy con las tres bolsas correspondientes a la espalda y con la cabra hasta las universidades, donde está la T2. Dejo la bolsa de las zapatillas en la percha y mientras se va Diana yo espero a la llegada de los autobuses. Al pantano llegamos con 2 horas y media de adelanto, me dirijo a meter la bici en boxes y despreocuparme un poco. Los boxes están de lujo, sin la típica barra para colgar la bici y con mucho espacio entre unas y otras.


Espero a que llegue Diana y mientras me siento a comer un poco de arroz que había traído para no estar con el estómago vacío al comienzo de la prueba. Cuando llega con parte de la expedición del Dida les espero a que dejen todo y ya me uno a ellos. El paseo hasta la zona de salida del agua con el viento, las nubes y el frio hace que me entre una pereza impresionante y solo espero que se me quite en cuanto arranque. Ultima meada previa a la puesta del neopreno y me voy a probar el agua, que esta fria, pero aceptable con el traje. Escasos 5 minutos dentro del líquido elemento y nos mandan salir porque en breve saldrán los elite. Me acerco al arco y después de las 2 salidas pertinentes nos toca el turno. A pie de agua nos dan el bocinazo y ahora sí que sí. Primeros metros andando por las piedras hasta poder encontrar un hueco para poderme tirar y nadar.

Se presente un panorama difícil entre agarrones y golpes y decido salirme a la parte izquierda del grupo, priorizo el evitar ese agobio contra la posibilidad de coger algún pie. Sobre los 300 metros la cosa se empieza a calmar un poco y empiezo a nadar un poco más cómodo. Las pocas veces que alzo la cabeza apenas distingo las boyas así que como siempre me tendré que fiar de dónde va la gente. Primeros 500m que me marca el reloj y nos acercamos a una de las boyas donde de repente nos volvemos a arremolinar varios nadadores y comienzan de nuevo las hostilidades. No comprendo que pasa, porque no es que haya mucha curva para que suceda esto, pero lo superamos de la mejor manera posible con sus correspondientes tragos de agua.

Pasa el tiempo y no siento la vibración del reloj, lo que no se si con algún golpe se ha detenido o todavía no he llegado a los 1000 (a la salida me daré cuenta de que algo le ha pasado y se ha parado). Paso lo que resta del sector sin apenas referencia y únicamente cuando rebasamos una de las boyas, veo que encaramos camino a tierra firme, por lo que solo queda esperar y que ese arco pequeño que se ve, se vaya haciendo más grande.

A medida que nos acercamos se va oyendo por los altavoces al speaker y los gritos de las personas, vaticinando el final de esta natación tan ajetreada. Veo las piedras, pero hasta que no puedo dejar de nadar no me pongo de pie y cuando eso sucede me levanto las gafas y me dirijo a por la bicicleta. La falta de costumbre hace que no me baje la parte de arriba y llego con el neopreno puesto hasta la bici, que la encuentro perfectamente gracias a la buena disposición de los boxes. Allí compruebo que el reloj se me ha parado y lo intento poner otra vez en marcha mientras decido que hacer, porque sorpresa, esta todo mojado y con txirimiri.

Había dejado unos manguitos, dudo si ponérmelos, pero tomo la decisión de empezar a meter todo en la bolsa y salir cuanto antes. Paso la línea de montaje y me subo a la bici, he llevado las zapatillas con las que suelo salir a rodar y no las de triatlón y me cuesta horrores colocármelas mientras voy en bici. Un minuto interminable después, consigo que los pies entren y puedo ponerme rumbo al segundo sector. Me lo tomo con calma, la ligera lluvia y el suelo mojado hace que no me coloque bien hasta trazar las primeras curvas y encarar la recta de Heredia. Antes de ponerme estilo flipao acoplado, diviso a Diana a lo lejos y la rebaso cumpliendo con el objetivo del día, que era adelantarla, a partir de aquí ya todo es extra jajaja.

Voy cogiendo ritmo y me empieza a rebasar algún corredor, algo que ya tenía en mis planes y no me desconcentra en seguir a lo mío. La recta hasta Agurain bastante normal y viendo que el cielo se empieza a despejar un poco. Cogemos el repecho y nos dirigimos a Gordoa con el viento en contra, por aquí poco que reseñar, adelanté a alguna chica y me pasan algunos, solo deseando llegar al cruce para tomar dirección Egino y aprovechar el viento a favor. En la cuesta de Gordoa rebaso a Saleta y sigo mi ritmo para alcanzar la parte más alta manteniendo la concentración.

En Zalduondo consigo coger al tercer intento un botellín de agua por si acaso y como no tengo más sitios para meterlo me lo coloco en el pecho hasta que tire uno de los que llevo (mala de ser que sea bueno aerodinámicamente jajaja). Llegando a Araia empiezo con la alimentación y me como una barrita que me sabe de lujo y continuo apretando mientras se va poniendo el viento en contra. En la curva de Egino me rebasa un corredor y otro pegadito a él, aquí es donde empieza el baile de la gente tramposa, que lejos de separarse siguen igual. Este momento era crucial porque iba a saber si el viento nos iba a ser benévolo o no y por suerte parece que no nos pondrá muchas trabas para llegar a Vitoria. En los toboganes se empiezan a formar grupos de ciclistas, iremos unos quince o veinte y la gente es incapaz de respetar en estas condiciones, no me toques las narices, en los 90 kilómetros no he echado una mirada para atrás en ningún momento y algunos están continuamente mirando hacia atrás, en fin, que si en las pruebas con tecnología esto no se corta, que se va a hacer en estas y no me quiero ni imaginar lo que hay por detrás con gente mas apelotonada…

Foto @Leticiafernandez_photo

Yo como quiero irme con la conciencia bien tranquila cada vez que me pasa alguien me dejo caer y a pelear, que para eso hemos venido. Antes de llegar al cruce de Argomaniz me pasa alguien que me saluda y que a duras penas reconozco por su velocidad, pero es el terreno de Ibarrola y se nota. Ahí es donde se ven las formas de actuar de cada uno, ha venido ha pasado y así ha ido adelantando a todo el mundo hasta que lo he perdido de vista después de la bajada del pueblo, si hubiese querido pegarme a él lo hubiese podido hacer, pero de verdad se necesitan hacer esas cosas….

Esta zona era la última que quedaba con viento en contra y nos vamos acercando a la zona final. Por la N-104 voy como un obús (a mi manera) hasta el cruce de Ilarraza. Llegando a Zurbano se me empiezan a poner duros los cuádriceps y me voy masajeando para poder terminar la bici. Sobre el km 85 hacemos la entrada a Vitoria y en la rotonda cerca de mi casa se me va la rueda de atrás, pero gracias a la suerte no me caigo y consigo ver a mi padre que estaba más adelante animando. Después del altercado me lo tomo con más calma callejeando y tomando más precauciones de lo habitual para llegar intacto a boxes.

Foto Rakel

Se va acercando el momento de bajar, decido sacar los pies de las zapatillas con mucha antelación por si acaso tengo los problemas del comienzo, pero esta vez salen bien y me dispongo a encarar la alfombra antes de bajarme. Con las primeras zancadas me encuentro increíblemente bien y después de “lanzar” la bici a uno de los voluntarios me dirijo a por la bolsa. Mas o menos la encuentro rápido, la descuelgo echo todo al suelo y me siento, me coloco los calcetines, se me van subiendo los isquios a cada intento, pero no va a más. Me guardo los geles y por primera vez salgo con una botella de mano, no estoy acostumbrado a esto tampoco, pero me asegura poder beber donde quiero y bastante eficientemente.

Salgo con ganas, pero la carrera es larga y me tengo que controlar bastante para no pagarlo al final. Saludos a Kiko y a mi hermana (que estará en todos los lados) y a por el ratoneo. Empezamos por la parte llana hasta llegar al casco viejo donde comienzan las curvas y sobre todo las cuestas. La animación es espectacular y te van llevando en volandas, pero eso hace que me tenga que concentrar más para no venirme arriba. En las cuestas reduzco bastante la zancada y voy tranquilo para recuperar en las bajadas el exceso de desgaste.

Foto Rakel

Antes de llegar a la cuesta por excelencia está El gran Osoro animando a pesar del accidente que tuvo, es una persona por y para el triatlón. Primera de las 3 veces de paso por el Aldapa, animación espectacular que te ayudan a subir con el punto final de ver en la cumbre al incombustible Cesar (el diablo) con su inseparable altavoz, toda una institución. Hasta el gaztetxe sigue la subida y luego toca descansar hasta la catedral. Esta primera vuelta me la estoy tomando de reconocimiento porque no sabía exactamente por donde transcurría y de momento no hay muchas personas para poder seguir, por lo que esta vuelta se hace un poco monótona, pero por lo menos me he quedado con el recorrido para las siguientes. Porque si las cuestas hacia arriba son fastidiadas, el par de bajadas fuertes que hay también hay que conocerlas para intentar no lesionarse.

Foto Rakel

Primer paso por meta y tomo el cruce hacia la Virgen Blanca de nuevo, comenzamos otra vez la aventura por la almendra Vitoriana. Se han unido más corredores a la carrera y entre eso y que la gente se empieza a acercar más a verla, esta segunda vuelta es mucho más entretenida entre adelantamientos y ánimos a doquier. El segundo paso por la gran cuesta todavía la hago con fuerzas, pero se nota que empiezan a flaquear. Voy viendo los tiempos de cada kilómetro y me sorprende lo bien que están saliendo, pero sobre todo voy como siempre, por sensaciones. Sin mucho más que contar llego al comienzo de la última vuelta. De refilón veo el tiempo que marca en meta y restándole los minutos que he salido por detrás y lo que se supone que debería hacer en esta última parece que no voy muy mal.

Foto Rakel

Al contrario que en mis otras 3 participaciones en este tipo de distancia, tengo que reconocer que en esta es en la que mejor me encuentro, al final, el estar bien alimentado es una de las claves de este mundo, si no hay gasolina no se puede rendir. Ultima vuelta más y más gente para poder adelantar y más y más gente que te anima, es muy emocionante cada curva, cada cuesta que subes y oír tu nombre por algún lado, porque a pesar de que en muchas ocasiones no pueda saludar las escucho y las agradezco. Tengo a la tercera fémina cerca y la rebaso antes de la última parte.

Foto Rakel

Ultima recta desde el Logia hasta arriba y ya habré finalizado, cuantas veces abre recorrido estas calles años atrás, pero no de esta forma, como cambian las épocas…

Cuando llego a la parte más alta, me quedaran todavía unos 500m, me los tomo para por fin disfrutar a sabiendas de que ya está realizado, ultimo ánimo de mis padres antes de encarar la alfombra en bajada hacia el arco, Ion va diciendo mi nombre y en última instancia veo a una niña que esta con la mano para que le choque, me desvío y segundos más tarde rebaso la línea de meta.

Foto Rakel

Al salir más tarde no se en que posición he quedao lo que sí que se es que cruzo la meta en 4:16:48 posición 26 (después de ver la clasificación). Como siempre me tomo mi tiempo para coger aire, están recibiendo a los corredores Eneko y Alain y mientras les saludo solo me sale “que hi… de p..” todo ello en plan jocoso por la dureza y el buen hacer del triatlón que han organizado.

A partir de aquí me dirijo a por algo de beber y hago el camino inverso para animar a los que van llegando y esperar a ver a Diana. Ahora desde fuera y animando es increíble lo bien que les sienta a los corredores un poco de ánimo. Hago el último tramo de Diana al lado suyo, aunque va tan rápido que antes de llegar arriba me tengo que parar para ir andando y esperarle en meta. Ahora estando todos en el avituallamiento me pongo a reponer un poco, saludar a los conocidos y dar las gracias a los abuelos por haberse quedado con el pequeño para poder hacer el evento.

Foto Diana

Para finalizar esta gran chapa diré que tenía un poco de reticencias a la hora de realizar este triatlón, lo primero porque se me queda largo y no tengo el tiempo para prepararlo. Lo segundo porque seguramente tenía nostalgia del antiguo evento que había con sus partes en bici más llanas al igual que su carrera a pie. Desde fuera veía en este evento una carrera a pie (que es lo que más me gusta) llena de curvas y cuestas en las que no iba a ser capaz de disfrutar, pero después de realizarlo tengo que decir que me ha sorprendido, porque si, a pesar de ser dura en su conjunto se disfruta muchísimo y sobre todo la organización que hay detrás del evento, con gente que piensa en las personas, que ante diversos problemas que pudieran aparecer siempre ofrecían una solución adecuada sin dejar tirado al corredor que había pagado, eso dice mucho de ellos, sin duda y después de realizarlo puedo opinar que es un triatlón que merece y mucho la pena.

Foto Diana


miércoles, 24 de abril de 2024

Carrera Bomberos Madrid 2024

Después de varios años sin poder cuadrar la carrera de bomberos de Madrid, este año por suerte nos organizamos para poder correrla de nuevo. Viaje hacia la capital y nos instalamos en la casa de los abuelos, así todo es más fácil. El día previo vamos a por los dorsales y aprovechamos para dar una vuelta por las concurridas calles de la gran ciudad. La logística ya nos la sabemos y el día de la prueba nos levantamos con tiempo para poder dejar la ropa en la meta (otros años había ropero en la salida) y avanzamos con la calma hacia Sol donde a estas horas todavía está “tranquilo” de turisteo y lleno de corredores.

Mañana fresca, pero con el sol en todo lo alto, le dejo la sudadera al suporter Kiko y nos arrancamos a trotar media hora antes para desentumecer el cuerpo. Calle arriba y calle abajo se va acercando la hora y como no quiero tener problemas me coloco cerca del arco a falta de 10 minutos. Este año por lo que veo no va a haber salida de Bomberos con el equipo, que se hacía previa a la nuestra y viendo que los bomberos están revindicando sus lamentables condiciones (parece que en todas las casas cuecen habas…y en el mía calderadas) entiendo lo de no efectuar “su carrera” y la falta de animación previa con los camiones de años anteriores.

Foto SoyCorredor

Después de dar la salida a la gente de “Carros de fuego” nos preparamos para salir en cuanto Capitán “el Speaker” nos lo indique. Me encuentro en una mala cuarta-quinta fila, a ver cómo me lo monto para no perder tiempo. Pistoletazo y allí ando yo haciendo de saltimbanqui para poder abrirme hueco entre la gente, por suerte en cuatro movimientos zigzagueando consigo ubicarme en la parte externa izquierda del pelotón y apurando voy cogiendo cabeza de grupo.

La subida hace que todavía vayamos agrupados, pero en cuanto giramos hacia la Gran Vía y bajamos, Miguel empiece a tirar. Veo que está cogiendo ligera ventaja y decido colocarme detrás de el para cerrar el hueco. Mi inconsciencia habitual y el no saber quién es el que está tirando (luego ya supe quién y cuanto corre) hace que me pegue a él e intente seguir su ritmo.

Foto Kiko

Giramos en la Cibeles y ya encaramos Recoletos y Castellana intentando seguir pegado al compañero. La larga recta de subida ya me la conozco, se hace interminable, pero necesito separarme del grupo perseguidor aprovechando a la liebre que tengo. Poco mas adelante del kilometro 3 empiezo a pensar que si sigo al ritmo del líder lo voy a pasar mal en la bajada, por lo que el objetivo de mantenerme con el hasta arriba se va diluyendo hasta que decido ralentizar un poco el ritmo.

A partir de aquí me quedo en solitario, con referencia visual que por lo menos me hace no venirme abajo completamente. Mantengo un ritmo “alto” para intentar llegar al Bernabéu y poder ver la distancia con los perseguidores en el giro de 180º. Por suerte todavía tengo piernas y me lanzo a la bajada con unos 20 segundos de ventaja. Lo primero es recuperar el aliento un poco, porque a pesar de ser bajada se hace dura para mantener la velocidad con mis cortas piernas.

La larga recta hace que los kms pasen despacio, pero gracias a los ánimos de la gente que todavía esta subiendo por el otro carril hacen que no me venga abajo. 8 mil metros y todavía no me atrevo a mirar hacia atrás, es cierto que voy un poco menos agotado que en mi última edición donde peleaba por no perder la tercera plaza y por eso hasta el ultimo kilometro no voy a mirar hacia atrás.

Entro en las últimas rotondas y hecho la miradita de rigor, no esta tan cerca como para sorprenderme y comienzo a oír los gritos de la gente animando al ganador que esta a punto de pasar el arco de meta. Comienzo a disminuir el ritmo en estos últimos metros para poder agradecer los ánimos de la gente que se amontona en línea de llegada. Se echan en falta los camiones y la escala de bomberos que le daban un toque especial y cruzo el arco con una gran satisfacción.

Foto SoyCorredor

2º Puesto con un tiempo de 32:40, carrera durilla, pero bien gestionada. Cuando recupero un poco el aliento voy a saludar al ganador, que ha hecho lo que ha querido y a los corredores que van entrando, para después ir a recoger el avituallamiento para poder ver la llegada de Diana a ver con que puesto del podio me sorprende esta vez.

Foto SoyCorredor

Haciendo el camino inverso pasa la primera chica y unos segundos después llega Diana copiándome la posición (no sabe que hacer para quitarme protagonismo, con lo que me cuesta). Ya solo queda esperar a la abuela que llega con el diablillo y esperar a la entrega de premios buscando el sol para no quedarme pajarito.

Después de todas las categorías del evento y agradecer a la organización la realización de la prueba, les deseo ánimos a los bomberos que están reivindicándose y sin que sirva de consuelo les indico nuestra situación es incluso peor que la que ellos tienen. Por ultimo me despido del Speaker Capitán y como no, del ganador de la carrera, la vaca del “Gran Prix”, gran persona Miguel.

Y con esto acaba la andadura deportiva por Madrid, pero todavía nos quedan unos días para disfrutar de la capital y acabar en el programa de “La Resistencia” colofón del día de mañana.

miércoles, 13 de marzo de 2024

XXVIII Herri krosa Etxebarri 2024

Nueva carrera en el horizonte, esta vez cerca de Bilbao, concretamente en Etxebarri. Gracias a que mi hermana de nuevo puede venir para quedarse con Aihotz mientras discurre la carrera, nos podemos apuntar los dos al evento. También se pronosticaba mal tiempo con posibles tormentas, pero de momento lo que tenemos a la hora de aparcar es viento fuerte como en Vitoria y una ligera subida de temperatura. Están compitiendo los de los patines y nosotros nos dirigimos a por los dorsales al frontón. A la hora de decir mi nombre veo que no lo encuentran en la lista, le enseño la inscripción y resulta que se había realizado para la carrera de patines en vez de para la de correr. Me indican que a ultima hora cuando todos cojan el dorsal a ver si sobran y me lo pueden cambiar, pero que me pase al final. Y ahí estoy yo sin opciones de correr a falta de 30 minutos.

Decido cambiarme, el dorsal está, pero no me lo han querido entregar no sé porque, así que a falta de un cuarto de hora me dirijo de nuevo a ver si me lo cambian o a ver que hacen. 10 minutos y todavía estoy con la mochila y sin dorsal, salgo a la calle, dejo la bolsa en el suelo y “caliento” un poco, pero con la angustia de que se esta acercando el momento y no voy a poder salir. Menos 5, estoy esperando donde se supone que me deberían hacer el cambio del dorsal, pero en otra fila están inscribiendo a gente, no entiendo nada, me acerco allí y espero. 4 minutos, le comento a una de las voluntarias lo que me sucede, que yo no tengo que inscribirme de nuevo que solo es cambiar el dorsal y después de preguntar por ahí me entrega el dorsal que tenia asignado para la carrera de patines, no se porque hacerme esperar para al final entregarme el mismo dorsal.

11:58, dejo la mochila en la consigna, me coloco malamente el dorsal mientras voy saliendo hacia el arco de salida, ya están todos allí y por suerte puedo llegar antes del pistoletazo. 1 minuto, yo sin apenas calentar espero el sonido de la pistola que dan al instante. 

Foto Herri Krosa Etxebarri

Recorremos 100m y vemos a lo lejos a los jueces que están parando la carrera, esto tampoco lo había vivido nunca. Por lo que me parece entender es que todavía esta la gente recogiendo los dorsales y hay que repetir la salida. En ocasiones (muy rara vez) he visto retrasar la salida por algún motivo similar, pero lo de dar la salida y parar…parece una salida nula colectiva.

Foto Herri Krosa Etxebarri

Retornamos a nuestros lugares, bueno por lo menos me han dejado dar un pequeño sprint. De nuevo en la línea de salida y un poco mas tranquilo, estoy en primera fila y ya esta todo el mundo colocado así que allí me quedo para que sin a penas esperar, den de nuevo la segunda salida.

Pistoletazo y a ver como se desarrolla la carrera. Nunca había venido aquí, me han comentado que es bastante llana y son 3 vueltas, así que lo primero que voy a hacer es estar de espectador por lo menos la primera para ver como es el recorrido. 

Foto Rakel

Iñigo coge la batuta y a pesar del viento, nos pone un ritmo rápido que rápidamente hace que nos quedemos 3 corredores al frente. Me intento colocar detrás de él para protegerme del aire, pero tampoco es muy efectivo porque las turbulencias hacen que venga el viento por cualquier lado.

Llegados a la rotonda del km2 podemos ver al 4º con distancia por lo que a no ser que pinche el podio podría estar asegurado. Eso es poco contradictorio porque puede hacer que en cuanto me empiecen a doler las piernas me conforme con el tercer puesto y no quiero que me pase. Llegamos a la recta que nos lleva al primer paso por meta, entre casas y en bajada se hace llevadero y en cuando comenzamos la segunda vuelta me coloco en cabeza para relevarle a Iñigo que ha llevado el peso de la vuelta.

Foto Rakel

Ya me sé el camino y el viento pega casi todo el rato así que ya esta el estudio hecho. Intento apretar un poco a ver si se tensa la cuerda, pero con cabeza para no desgastarme demasiado.  Ya empezamos a doblar a gente y se empieza a complicar la cosa, pero es lo que tienen las vueltas cortas. 

Foto Herri Krosa Etxebarri

En la rotonda es el único sitio donde se puede ver al resto de perseguidores sin girarse y compruebo que un componente del trio se ha descolgado un poco. Continuamos Juan y yo lo que resta de vuelta peleando en cada tramo con el viento y siguiendo a la moto de cabeza de carrera. Último paso por línea de meta y Carrascal se pone a liderar, impone un nuevo ritmo, empiezo a sufrir un poco, pero en mi cabeza esta el aguantar lo máximo que pueda. 

Foto Herri Krosa Etxebarri

Hay momentos en los que las piernas empiezan a dar señales de cansancio, pero el saber que solo quedan 2 kilómetros para acabar hace que empiece a pensar en que puedo hacer para intentar ganar.

Visto que es un buen corredor, con un cambio de ritmo progresivo poco iba a poder hacer, por lo que mi única opción es intentar ganar en el sprint y que sea lo que sea. Pasamos el puente entre los zigzags para sobrepasar a los doblados. Se acerca la ultima curva de izquierdas y encararemos la recta, es hora de decidir, la llegada es de los pocos sitios donde no pega el viento y por eso me decido a atacar al principio de esta, es bastante larga para mantener la velocidad de sprint, empiezo a dudar si ha sido una buena elección arrancar tan pronto, pero una vez lanzado el ataque ya no hay vuelta atrás.

Ni miro para atrás, en estos casos o te rebasan o no paras hasta llegar, voy adelantando a gente a gran velocidad y espero que nadie se cruce. Las fuerzas empiezan a flaquear a mitad de recta, pero gracias a los ánimos de la gente consigo exprimir un poco mas lo que me queda. A falta de 100m hecho un vistazo para atrás, creo que ya no me va a poder dar caza, pero entre tanta gente no lo puedo divisar bien, por eso tengo que echar una segunda ojeada, creo que lo tengo, aun así, todavía metros antes de llegar al arco me cercioro de nuevo para no hacer el ridículo celebrando.

Foto Herri Krosa Etxebarri

Alzo los brazos, llego a la cinta y la agarro, esa sensación después de una carrera tan reñida es inigualable y como lo he conseguido muy pocas veces, disfruto esos segundos que saben a gloria.

Primer puesto con un tiempo de 32:26, gran carrera con mucho sufrimiento, pero con un buen resultado, es increíble, de casi no poder participar a vencer la prueba, lo que son las cosas. Después me acerco a felicitar a Juan e Iñigo por su carrera y mas tarde me dirijo hacia atrás para ver cuando llega Diana. Mi idea era trotar un poco, pero se me suben los gemelos y me duelen los abductores, por lo que voy pasito a pasito. Minutos mas tarde veo que encarara la recta, por las féminas que he visto pasar y los ritmos que llevaban intuyo que va la primera, es increíble ni consiguiendo el primer puesto puedo quedar por encima de ella, jajaja.

Al ir a por la bolsa nos dirigimos a las duchas y viendo el percal habrá que darse un agua rápida porque se empieza a llenar el vestuario ya de por si bastante repleto. Al salir busco a mi hermana y al pequeño retaco que ya esta haciendo de las suyas y aprovecho para picar del gran post meta que han montado antes de que comience la entrega de premios, mientras me encuentro con Anita que también ha venido a sufrir por aquí.

Foto Herri Krosa Etxebarri

Al finalizar la entrega de premios me despido de Juan, unos de los capos del Peñota al que no conocía en persona y nos vamos la familia a ver si podemos ir a comer antes de retornar a Vitoria. Gran mañana por estas tierras y gracias a que nos ha respetado el tiempo hemos podido disfrutar en su plenitud.

martes, 5 de marzo de 2024

XXX Duatlón Éibar - ko Duatloia 2024

Comienzo un nuevo año de duatlones dirigiéndome hacia Eibar, este año los problemas de salud de los acompañantes van a hacer que las carreras sean menos bonitas (cosas de la vida) el día de hoy por suerte viene mi hermana conmigo, que ya es un pequeño aliciente para no estar por allí solo. Desde que cogemos el coche no deja de llover e incluso vemos la nieve y sobre el papel la carrera tiene pinta de ser en muy malas condiciones.

Después de dar varias vueltas por el pueblo porque no hay manera de encontrar sitio, consigo toparme de milagro cerca de Ipurua un huequito para meter con calzador la furgoneta. No estamos muy lejos, pero entre la lluvia, la bici y los bártulos, el camino se hace más farragoso. De primeras nos resguardamos debajo de los soportales y me dirijo a coger el dorsal y viendo el panorama coloco todo lo que debería poner en boxes bajo techado para luego solo entrar y dejar todo allí.

Foto Rakel

Cuando voy a poner las zapatillas en las calas, sorpresa, he cogido las otras, lo que no podré poner las gomas como de costumbre. Cuando tengo todo medio listo me adentro con el vehículo, busco mi posición y dejo todo lo más rápido posible para no mojarme. Gracias a que en los duatlones no hay que dejar mucha historia y se hace todo bastante ágil. Al salir me dirijo con mi supporter al bar para estar algo caliente y esperar la hora de prepararme. A falta de veinte minutos me voy preparando y después de dejar la mochila doy los primeros trotes.

Hace frío, pero por lo menos ha dejado de llover, en mi cabeza solo está que empiece cuánto antes porque no creo que esto dure mucho. Últimos minutos, normalmente salen las chicas antes, pero sin estar seguro decido quedarme por las inmediaciones y menos mal, porque después de preguntar a Rendo compruebo que somos nosotros los primeros. La gente ya se empieza a arremolinar, yo paso por el arco, dejo a los que creo que son más rápidos delante y me coloco en segunda línea, pero como más gente va haciendo lo mismo al final me quedo más atrás de lo que me gustaría y encajonado en la parte derecha, a ver cómo me lo monto.

Pistoletazo de salida y me voy abriendo paso como puedo, menos mal que la calle es ancha, pero hay poco hueco entre los corredores y me toca esperar para poder adelantar. 

Foto Rakel

Antes de la primera cuesta, está el grupo más estirado y puedo más o menos encontrar mi sitio no sin esfuerzo. En el giro de 180 no se ven grandes diferencias por lo que intento encontrar mi ritmo para este primer sector, los sube bajas no ayudan nada y llegamos a la primera vuelta de las cuatro. A partir de aquí veo a lo lejos a Goitia y Osoro y poco a poco les voy recuperando metros, pero tampoco me quiero obsesionar porque luego se me irían en bici fácilmente.

Foto Rakel

Gracias a esa referencia, hace que en la tercera vuelta casi les de caza y me quedo con ellos la última, alternándonos los puestos, hasta que entramos a la transición. Tengo bastante claro donde he dejado la bici, llego a mi fila, pero a la hora de mirar no se porque veo un número diferente y creo que me equivocado por lo que voy a la siguiente, pero no me cuadra lo que veo tampoco (estaba bien antes) y cuando voy a frenar para volver sobre mis pasos me resbalo y me caigo de culo, dolor y para arriba, para por fin encontrar la bici. He perdido algo de tiempo, pero como digo, llegando con esos 2 en la bici poco hubiese podido hacer. Transición accidentada completada y a ver si libramos este sector sin problemas.

Foto Rakel

En los primeros metros ya me empieza a pasar la gente y solo puedo intentar pegarme a ellos. El problema de ir detrás es que me salpica todo el agua a la cara impidiéndome en muchas ocasiones ver con normalidad, pero como tampoco tengo las fuerzas suficientes para ponerme delante es lo que hay. Cada vez que aparece alguien hay arreones e intentando no descolgarme voy quemando piernas más de lo esperado. Hay ligero viento en contra y a pesar de que han quitado una subida al polígono las cuestitas me están poniendo en mi sitio desplazándome al final del grupo y casi perdiendo contacto en dos ocasiones.

Giramos 180 por la variante para coger la vuelta y en el repecho cedo varios metros, creo que es aquí donde se acaba mi sector, las piernas las tengo ardiendo y casi avanzo a arreones. Veo el final de la cuesta cerca pero no tengo más fuerzas, por suerte para mí han bajado un poco el ritmo y aunque no suela pasar muy a menudo, puedo empezar de nuevo con el grupo, estoy de nuevo en carrera. A partir de aquí, a pesar de ir con el gancho puedo quedarme con ellos, llegamos a un nuevo giro de 180, al ver la rotonda creía que daríamos la vuelta allí, pero han puesto unos conos antes y tengo que frenar bruscamente para no chocarme con los compañeros, a pesar del derrape de la rueda, consigo no crear ningún accidente. 

Yo no tenía muy claro donde volveríamos al pueblo y ya me veía sufriendo de nuevo, pero de repente Goitia nos avisa que giremos y veo que vamos orientados al pueblo, bueno se acabó mi sufrimiento (mira que son pocos kilómetros, pero el que no vale, no vale). A partir de aquí con mucho cuidado por las curvas porque quiero llegar a correr. Por el estado de la meteorología no quiero tener problemas a la hora de bajar y me saco los pies de las zapatillas bastante pronto, por lo que voy un buen cacho de esa guisa. Última curva de izquierdas y nos encontramos con la línea para bajar, con mucha precaución pongo los pies en el suelo y con los pies empanados me dirijo a mi ubicación. Está vez la encuentro bien, me calzo las zapatillas y suelto el casco para dar lo último de este sprint. 

Foto Rakel

No estoy muy cómodo corriendo y en tan poca distancia eso se nota. En la bajada de la segunda subida comienzo a encontrarme mejor y rebaso a alguno. Último kilómetro, he encontrado sensaciones y como noto que estoy siendo perseguido muy de cerca, hace que estos últimos metros se centren en que no me den caza.

Foto Rakel

Acabo con las 2 subidas bastante bien y acordándome del final del 2022 donde perdí algunos puestos por no mirar atrás decido dar una ojeada. Como digo, el compañero que me persigue esta muy muy cerca y aprieto un pelín para no verme superado.

Finalizo en una muy buena sexta posición con un tiempo de 49:13. Bien es cierto que me entero que Joanes y Urko, por lo menos se han debido equivocar y hace que este un poco más arriba. Voy saludando a los conocidos y me aproximo al gran avituallamiento que tiene preparado. Pico un poco de aquí un poco de allí y aunque no me suele entrar mucho después de la carrera, la palmerita rellena es una delicia, jeje. Antes de ir a buscar a mi hermana veo que hay gente sin techo por los alrededores y me da hasta pena toda la mesa llena de comida y uno en el banco, por lo que recojo algo de alimento y se lo entrego.

Felicitado por la acompañante comentamos la jugada y después de recoger la mochila me dirijo a buscar las duchas mientras comienza de nuevo a caer un poco de agua (agua que no paro ya más, menuda librada). A la vuelta mi hermana me dice que he quedado el primero de los V1, así que nos toca esperar hasta que empiezan a repartir los premios.

Foto Rakel

Y así finaliza un a jornada deportiva en la que no las tenía todas conmigo y que a la postre ha resultado ser una boinita carrera con un poco de todo.

miércoles, 31 de enero de 2024

43. Idiazabalgo Herri Krosa 2024

Comienza el año 2024 con una de las carreras indispensables del panorama deportivo, carrera popular de Idiazabal, con todo lo que ello implica, buen ambiente y trato impecable. Como algún otro año me apunto para ir con los del Dida en autobús para luego ir de sidrería y con la mochila preparada del día anterior solo queda coger rumbo al pueblo.

Temperatura primaveral para este final de enero, con tiempo suficiente para dar una vueltica y charlar con los demás compañeros de sufrimiento. Muchas caras conocidas y cuando empiezan los pequeños a correr llegan mis padres para hacerse cargo del diablillo.

Cuando quedan todavía 40 minutos y después de animar a los chavalillos (es un lujo que una carrera tenga este tipo de categorías) subo hasta el autobús para cambiarme. Allí esta toda la marea naranja en faena y yo soy de los últimos que sale a trotar. El viento va a ser un enemigo más en este día “caluroso”. Con los saludos a Josu, Ander, Enaitz, Peio y demás gente conocida se va a acabando el tiempo del calentamiento y me aproximo a la línea de salida. Esta plagado de gente e iluso de mi y sin querer adquirir protagonismo me veo en una cuarta fila de la que a ver como salgo para no perder mucho tiempo.

Pistoletazo de salida y tengo que hacer varios giros para encontrar algo de hueco, muy pegado casi al bordillo derecho y con miedo a tropezarme consigo deshacerme de la gran mayoría de gente y me coloco en una posición casi cabecera sin perder mucha energía. La pareja de los buenos con Urko y Mimenza comienzan como estaba en el guión, yéndose en solitario y viendo que no sale nadie más, me quedo en este segundo grupo con bastante gente, entre ellos alguna figura del dopaje con muy poca vergüenza.

Foto Joxemari Telleria

Primera subida sin poder a penas respirar y con el corazón a tope, pero en grupo todavía. La bajada a mis cortas piernas no le viene muy bien, pero por lo menos puedo intentar recuperar el aliento. Xabi coge las riendas del grupo y pone un ritmo rápido pero constante. Paso por el túnel entre los ánimos de la gente y nos alejamos hasta la rotonda del fondo con el viento a favor. La vuelta se hace dura por el señor Eolo y la verdad que viendo el ritmo que llevamos solo puedo estar en tercera posición del grupo e intentar resguardarme del viento.

Foto Aita

Primer paso por el pueblo, subimos a paso ligero y Apraiz se pone en cabeza y tira un poco hasta la “cima”. En la bajada pega un arreón Iñigo al que responde Joseba. Yo ya voy muy forzado y no se si ir o no, pero jugándomela un poco aprieto para cerrar el hueco. 

Foto Aita

Pasamos como una bala por el túnel y hacemos el zigzagueo hasta la recta. Después de la pequeña cuestica, aminoran el ritmo y se abren cada uno a un lado, yo por sorpresa me veo encabezando el grupo, pero a un ritmo mas bajo y nos volvemos a agrupar varios corredores. A uno de estos le ofrecen un poco de agua, me imagino que serán sus amigos, se ha echado en falta unas botellitas de agua hoy como avituallamiento.

No se cuantos vamos porque no miro hacia atrás, realizamos la segunda vuelta, por suerte es el ultimo paso por la cuesta y consigo nos despegarme, en la bajada y haciendo un calco de la estrategia de la anterior cambian el ritmo, le sigue Joseba y yo esta vez, mas fastidiado que antes les aguanto hasta pasar el túnel, a partir de ahí voy perdiendo comba y me quedo en tierra de nadie con la reserva puesta.

Voy muy fastidiado y todavía quedará kilometro y medio, por detrás y oyendo los ánimos de la gente escucho que viene Xabi y también Peio, no se quien estará antes. Giro en la rotonda, ni miro para atrás de lo fastidiado que voy, los ánimos a Osoro se hacen más intensos y sabiendo quien viene por detrás solo espero el momento en el que seré rebasado. A 300m de la meta, me pasa como si nada y encima incrementa un poco el ritmo, yo ni por asomo voy a poder jugármela al sprint y por primera vez echo un vistazo hacia atrás, Xabi esta algo lejos por lo que decido aminorar la marcha y entrar dignamente en meta. 

Foto Aita

Nada mas rebasar me paro e intento recuperar el aliento mientras están entrando los compañeros, en cuanto puedo me voy hacia delante, felicito al gran Osoro y a los demás compañeros de fatigas. Le doy un abrazo al ganador Urko que casi podría estar duchado y también para felicitar a Mimenza, momento que aprovecho para charlar un poco con Ruzafa, un referente en este mundillo y con el que siempre que coincidimos me da hasta vergüenza ir a hablar con él.

6º Puesto en esta carrera para un tiempo de 33:39 que no contaba yo con hacer, contento con el rendimiento y la capacidad de sufrimiento que he tenido, así que perfect. Ahora con la calma me voy acercando al autobús para intentar ir rápido a la ducha, pero como no está abierto todavía toca esperar para después ducharme con el agua helada entre un montón de maromos jeje.

Por último, solo queda ir a ver la entrega de trofeos, que gracias a la buena climatología se hace muy llevadera. Al acabar me despido de Xabi que aparte de ser un gran corredor es parte de la organización, le felicito por ambas cosas y después a poner rumbo a la sidrería para recuperar las fuerzas gastadas.