martes, 18 de junio de 2024

XI Carrera popular Ziordia 2024

Un año más toca volver a la carrera solidaria por excelencia, Ziordia nos esperaba y no se podía fallar. Animando a alguna persona mas aparecemos por el pueblo con el tiempo y la calma suficiente para ir a llevar la comida (que sirve de inscripción) y comprar varios boletos para ayudar también. Incluso algunos integrantes de la familia a pesar de no correr aportaron gran cantidad de comida y además mi padre que compro 10 boletos tuvo la suerte de ser uno de los agraciados del gran sorteo final.

Este año ha salido un gran día soleado, que al final siempre es más atractivo y a pesar del viento no empaña para nada el evento. El primer corredor en vestirse de corto es el pequeño de la casa, ligero calentamiento y allí está en línea de salida esperando dar la vuelta al pueblo en cuanto abran toriles. Dan el pistoletazo y allí salen los miuras como si no hubiese un mañana. Después habrá otras tres o cuatro salidas mas con chavales de diferentes edades y antes de la nuestra, la marcha, aquí hay actividades para todos.

Toca el turno de empezar a calentar y mientras me reencuentro con Mikel y Jorge, habituales también de esta carrera, se acerca el momento de ir hacia la salida. Mi idea, como el año pasado, es salir mas o menos tranquilo para hacer un poco de grupo por el pueblo al principio, al ser una carrera mas popular, es bonito empezar todos juntos, pero esa idea acaba en cuando nos dan la salida y veo salir a un corredor a toda leche.

Foto Diario de Navarra

Viendo que la distancia que nos saca ya es considerable, prefiero intentar recortarla antes de que sea tarde y tengo que pegar un acelerón hasta llegar a él. A partir de aquí me pego para saber cuales son sus intenciones entrando en el falso llano por primera vez. El descenso de este por la pista se me hace difícil, pero consigo mantenerme con él hasta abajo. Al llegar a la zona de asfalto y aprovechando la inercia le rebaso y me coloco en primera posición, prefiero llevar las riendas mientras retornamos al pueblo.

Foto Rakel

Cada vez le voy oyendo la respiración mas atrás, parece que me estoy alejando poco a poco y hago el primer paso por la línea de salida en solitario. Callejeo por el pueblo entre los ánimos de la gente y de nuevo toca la subidita (aunque aquí no lo llamen así). La pista se pega y el viento en contra no ayuda mucho, pero necesito sacar algo de ventaja para poder disfrutar en la última vuelta.

Foto Rakel

Se echa en falta a Pablo (el del megáfono) que tan buen ambiente crea por aquí y las llegadas a “la cima” son mas sufridas, pero sigue estando el dron para inmortalizar el sufrimiento y la alegría de cada uno de nosotros al pasar. Descenso de nuevo con cuidadito para no caerme y piso otra vez terreno liso para volver al pueblo. Paso por el parque donde ya esta colocada la hoguera que en unos días arderá en la noche de San Juan y siguiendo a la bici, paso el puente para volver a recibir el aplauso de la gente.

Foto Diario de Navarra

Tercera vuelta, antes de subir por ultima vez el “falso llano” veo que al segundo lo tengo bastante lejos y me lo tomo como un premio al esfuerzo de estas 2 vueltas. Mientras doblo a la gente les saludo, incluso ese saludo se hace mas efusivo cuando encima de la cuesta paso a toda la gente que esta llevando el carro de Markel, de verdad que esta gente se merece mucho por todo lo que ofrece. La vuelta trascurre con normalidad, adelanto a la señorita Maider y a Frank y encaro de nuevo la carretera para enfilarme hacia la meta.

Foto Rakel

Allí esta el gran José Ramon, artífice de este evento dando por concluida mi aventura y pudiendo ganar (aunque eso es terciario). Tiempo de 24 minutos para estos 7 km que quieras que no hace que la patata se te ponga un poco contenta.

A partir de aquí esperar a Ekhi como segundo de la general y en tercera posición entra el gran Jorge, que parece que deja atrás las molestias. Después voy a la contra para ver cuando llega Diana, que esta vez me deja el protagonismo y termina segunda detrás de Lucia (si es que los viejitos todavía damos guerra).

Ahora toca duchita y esperar a lo que de verdad importa, la merendola en el frontón. Cuando llego están ya los chavales a punto de empezar a comer, aunque Ramon les insta a esperar a que se dé la entrega de premios, cosa que consigue unos pocos segundos, pero es inevitable el comienzo, con el hambre que hay. Entre tanto nos entregan los premios, que esto si que me gusta y no tanta copa y después de las fotos y los saludos nos toca el turno de ir a por la chistorra, la tortilla, la panceta y demás menesteres que nos brinda la carrera.

Foto Rakel

Como digo, esta carrera o evento, como lo quieras llamar, capitaneado por Fimofito, al que no se como le cabe tanto corazón en un cuerpo tan pequeño, es el ejemplo de que de nuevo se puede disfrutar del deporte y de lo que ello rodea, sin marcas, sin malas caras, sin rivales. Yo seguiré yendo siempre que pueda y seguiré animando a la gente a que vaya para que pase una bonita tarde en familia haciendo deporte y ayudando a los demás en la Carrera de Ziordia, porque pase lo que pase seguro que te vas a casa con la sensación de haber ayudado un poquito, aunque solo sea eso, un poquito.

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