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lunes, 7 de marzo de 2022

XXIX Duatlon Sprint Eibar-ko Duatloia 2022

 De nuevo vuelta al ruedo, hoy antes de salir me acuerdo porque no solía hacer casi duatlones, la meteorología me echaba para atrás siempre y hacia uno o dos más adelante. Hace un par de días que ha cambiado el tiempo con un descenso de temperatura y lluvia y con ese miedo nos dirigimos hacia Eibar para el segundo duatlón del año.

Un par de vueltas al llegar para encontrar sitio de aparcamiento y recogemos los cambalaches para ir a por el dorsal, 6 ºC y parece que podemos librar del agua, esperemos que así sea, aunque todavía no tengo claro cómo voy a salir a correr. Ponemos las pegatinas a los vehículos, me aparto un poco de la crack de la familia para no interrumpir jajaja y nos dirigimos al box.

Foto Kiko

Tomo nota del sitio como de costumbre y dejo las cosas con bastante rapidez, tampoco hay que hacer tanto preparativo como en los tris. Le acompaño a Diana a por su café de rigor y a falta de 20 minutos me pongo a calentar. Carrera para arriba carrera para abajo me doy cuenta de lo durillo que se va a hacer el circuito de carrera con constantes subidas y bajadas sin poder encontrar ritmo.

Faltan 5 minutos para la salida de las chicas y voy a ver si dejo la sudadera a los acompañantes, pero no les encuentro por ningún lado, el carro naranja no se ve por ningún lado, salen las chicas y desisto de mi intento, no sé si dejarla por aquí o llevarla de la mano hasta encontrarles y es esta opción la que decido hacer. Así que allí estoy yo en la línea de salida con la ropa en la mano (una cosa nueva, esta nunca me había pasado, jeje)

Bocinazo de salida y salimos cuesta abajo sin control. Se forma un grupeto delante al que no puedo seguir y me quedo retrasado en la primera ascensión. Giro de 180 y vuelta a la pendiente con el aliento entrecortado. En la cima intento recuperar el aire y consigo llevar al momento de dejar sudadera que no me está dejando correr a gusto, lanzamiento perfecto y me centro en la carrera. 

Foto Kiko

Se han escapado Joanes y Urko (como era de esperar) y por el camino se han quedado algunos, después de rebasar a Saitua, los más cercanos que tengo son Koldo y Gontzal, manteniendo la distancia y estando a mitad de del primer sector decido no desgastar demasiado en este primer lance porque en bici, con suerte, nos vamos a juntar.

Consigo enlazar con el dúo, estoy un rato con ellos y en la subida decido dar un relevo a Koldo que ha llevado gran parte del esfuerzo. Ultima vuelta de las 4 que había que dar y llegamos a la transición, fuera zapatillas casco y al lio. Consigo hacer una buena transición y enlazo con Eguiguren y Kanaache y sin que se me vayan en el primer arreón “espero” a que nos pillen por detrás el dúo que habíamos entrado a boxes.

Foto Kiko

Comienza la aventura en lo que peor se me da, el perfil va a ser rompe-piernas y solo me centro en intentar aguantar lo máximo posible. Creo que a estas alturas nunca conseguiré mejorar en bici y me da una impotencia de la leche ver cómo van los demás con una fluidez espectacular, pero es lo que hay. Comienzan los sube-bajas (mas sube que bajas) a la vez que empiezan los ataques, a mi parecer a veces sin sentido, en los que hay que estar atento para no perder el tren. Sobre el Km 5 que hay que dar un giro, veo a los lideres y luego estamos nosotros, se juega la tercera plaza en este grupo, pensaba que había alguno más por medio.

Es increíble lo que estoy sufriendo para poder seguir incluso en las bajadas, no puedo ni beber liquido por temor a perder comba y el corazón esta a mil. Llegando al kilómetro 10 la cuesta interminable me pone a prueba, apretando todo lo que puedo y no llegamos arriba nunca y cuando parece que ya se me acaban las fuerzas empiezo a ver el final, con lo que empujo un poco mas y consigo aguantar el envite. Bajada peligrosa con la carretera mojada, no consigo meter aire al cuerpo y me cuesta dar pedales, por suerte el rebufo del descenso me ayuda a seguir en el grupo.

De repente llegamos a una rotonda en la bajada, por delante veo que se caen Iban y Koldo, lo primero que pienso es que hay algo de aceite y pienso que nos vamos a caer todos, por suerte los esquivo como puedo yéndome hacia el exterior y consigo salir de la situación sin lamentar nada. Nuevamente toca subida y enlazar con el corte que se había generado, solo estoy deseando que acabe el sector y poder correr. Ya no se ni cuantas subidas he tenido que apretar el culo, pero en esta que llega ahora las piernas dicen que hasta aquí. Veo como se van distanciando los compañeros del grupo y me quedo con el mal sabor de boca de no haber sido capaz de aguantar hasta carrera y probar suerte, pero bueno es lo que hay.

Sin tiempo de lamentaciones intento retrasar lo máximo posible la captura por el grupo de detrás, aunque si que es cierto que me lo tomo con un poco mas de calma. El grupo liderado por Omar viene rapidísimo y consigo colarme en él a pesar del dolor de piernas. Un par de acelerones mas y veo que llegamos al pueblo, por lo menos he podido mantenerme con el grupo. No sé exactamente donde es el desmontaje, las curvas y los adoquines hacen peligrosa la llegada, menos mal que vamos un poco distanciados.

Foto JuanMutil

Veo a lo lejos a una persona con banderín, me voy preparando para bajar, pero al llegar solo indica que hay una curva, por lo que sigo pedaleando hasta que después de una curva llega la línea sin casi tiempo de preparar la bajada. Bajo como puedo y sigo corriendo con la inercia, estoy bastante tocado físicamente y veo emborronados los números para dejar la bici. Llego a mi sitio con mas pena que gloria y me calzo las zapatillas. No tengo las mejores sensaciones, pero intento apretar todo lo que puedo, alcanzo a un corredor y me vengo arriba, por detrás he cogido algo de ventaja a los compañeros del grupo de bici y solo miro hacia delante.

A estas velocidades cualquier mínima distancia es muy difícil de recuperar y cada metro que robo al de delante es una victoria. Primera vuelta y por lo menos he cogido algo de ritmo, aunque jadeo como un perrete, los ánimos de la gente del pueblo hacen que te crezcas un poco y tengo a la vista a otro corredor. Primera pequeña subida y de nuevo la lacra de esto, parece mentira que con “lo conocido” que es, no tenga ningún reparo en recortar por toda la acera, que si me dices que vas en grupo y éste empieza a recortar (aunque no es justificable) pues bueno, no vas a ser el único tonto, pero yendo solo…(ya me lo habían comentado en alguna otra carrera, pero esta vez ya lo he visto con mis propios ojos) en fin…profesionales de pegatina. En la ligera bajada me acerco a él y en la ultima pendiente consigo darle caza a Kaanache.

Aprieto un poco para llegar a la parte superior y me dejo caer sabiendo que ya está el pescado vendido. Por delante no tengo objetivo y por detrás, tonto de mi por no mirar, creía que tampoco, pero a falta de 200m llega Koldo con otros 2 duatletas. No se si por la inercia o yo que se, cuando veo que me rebasan empiezo a apretar para intentar no ser adelantado por todos, mi tardía reacción solo me deja adelantar a uno de ellos y entramos del 6 al 9 en el mismo tiempo, que tampoco nos iba a llevar a ningún, pero para que veas como es la cabeza.

Foto Ion Zugasti

De esta manera acabo 8º con un tiempo de 52:10 en esta carrera que me ha puesto la patata a tope. No consigo coger aire y me tiro al suelo con la esperanza de aliviar un poco la presión, que cansado a la vez de a gusto que se está aquí tirado. Cuando puedo incorporarme voy a preguntar a Gontzal su puesto, porque me encantaría que hubiese conseguido podio, pero me dice que no, que no ha podido, pero bueno ahí esta el tío siempre en la salsa, un crack. Hablo con López (viejo conocido desde Ondarroa) y me dice que he sido primero en mi categoría, porque como yo tampoco controlo mucho eso…pero un reconocimiento secundario al esfuerzo que no está de más.

Foto Kiko

Entre unas cosas y otras veo llegar a Helene a la que felicito y un poco mas tarde a la buena de la familia, que a la chita callando se esta haciendo un hueco entre las buenas del mundillo popular, sacrificio de 100, todos mis respetos. Pero lo que mas me ha gustado es llegar a meta y ver llegar al pequeño Aihotzin venir hacia mí y abrazarme, estás cosas pagan todas las que me lía jajaja.



martes, 15 de diciembre de 2015

38ª Media Maratón Vitoria 2015



Se van desvaneciendo los últimos días del año y como viene siendo habitual toca cerrar el periplo deportivo con la media maratón de Vitoria. A pesar de que es una distancia que me queda algo larga, me gusta correr esta carrera y espero que la tendencia de ir subiendo por lo bajini euro a euro cada año se acabe porque si no habrá que dejar de ir, como ha pasado con las otras bonitas carreras de Gasteiz.
Después de pasar una mala noche con el estómago revuelto, me levanto mejor de lo esperado con un ligero dolor de tripa pero encontrándome bastante bien para lo que pensaba ayer. El día va a ser “fresquito” pero idóneo para calzarse las zapatillas, así que desayuno normalito, mochila y a mendi del tirón. Aparco la bici en la puerta del polideportivo y me voy a cambiar con mucha tranquilidad. Al salir me encuentro con un problemilla, no consigo encontrar una taquilla para dejar la mochila y después de dar unas cuantas vueltas decido subir a las de la piscina a ver si hay suerte. De milagro encuentro una, tenía la intención de salir a calentar con la chaqueta, pero a falta de media hora para el comienzo no quiero luego tener problemas a la hora de volver a dejarla y salgo directamente como voy a correr.
Fuera del poli me espera “la rasca” para darme los buenos días y empiezo a trotar buscando los sitios soleados para no quedarme helado. Saludos por aquí y por allá, gente conocida por todos los lados, esto es lo que mola. Se me están quedando las manos como chupiteles, pero ya estamos a 10 min y me voy acercando a la salida. Ultimas carrerillas para no quedarme tieso y me uno a la marea para meterme en salida. No sé para que lo de diferenciación de dorsales, el año pasado se hizo medianamente bien, pero éste por lo que estoy viendo, cada uno está donde le sale de los hu…. Así que respetando a los que se juegan el campeonato de Euskadi me coloco en el lateral izquierdo y a esperar.
Cuenta atrás desde 10 y allí que vamos carretera de Lasarte para abajo. Encuentro posición rápidamente y a partir de ahí a esperar que se estabilice esta locura inicial. Como es normal la salida es rapidísima, fuerzas a tope y pendiente de bajada incrementan esas ganas de empujar más, pero por suerte consigo controlarme y decido encontrar zancada aun dejando escapar a grupos interesantes. 

Foto 42.195.es
 Goiko se pone a mi par y me comenta que a qué ritmo voy a ir, le digo que yo de esas cosas ni idea, que iré como siempre por sensaciones, le deseo suerte y seguimos al lio. Primer Km y la cosa se empieza a estirar, parece que el grupo de delante tiene un buen ritmo, pero van ese segundito más rápido que hace que decida no saltar a por ellos y me quedo donde estoy. En el giro de 180º de la avenida, muchos ánimos y griterío entre corredores y no falta el “venga que ya queda poco” de algún espectador, jajaja.

 
Foto Rakel
En el Km 3 las ppm se han estabilizado y decido poner ritmo de crucero, por el rabillo del ojo veo que me sigue Ezquerra (últimamente estamos en todos los saraos, jeje) un poco más adelante me pasa y decido que ese es un buen tren. Cogemos a algún que otro corredor que se ha descolgado y continuamos a lo nuestro. Nos vamos relevando con bastante fluidez, aprovecho el rato que voy detrás para recuperar el aliento y le rebaso para que él pueda hacer lo mismo. En la bajada por Los Herran (me encanta esta zona) aprovechando la caza de algún otro me pongo de nuevo a tirar del grupo y animo a que se nos peguen. Llegada al 10 y la deseada naranja a la vista, aminoro mínimamente para poder cogerla bien y me doy el premio de degustar el valioso manjar con el ritmo que impone Iker, quedándome sin aliento esos metros  (comer y respirar, mala combinación).

Foto Olatz
Vuelta a la normalidad encaramos la subida a la calle Francia, no sin antes “robar” otro cacho de naranja de la bandeja que hay en una mesa ;). Bajando por la calle La paz me recupero del esfuerzo de la pequeña subida anterior y nos dirigimos hacia el epicentro de los ánimos. 

Foto Javi
14Km de sufrimiento, todavía las piernas aguantan aunque dan alguna señal de agarrotamiento, pero todavía se puede empujar. Los ánimos de la Avenida generan efectos contrapuestos, por una parte te llevan en volandas, pero ese sobreesfuerzo se paga más adelante, pero bienvenidos sean esos aplausos y gritos. 


Foto Fitgüne
 Nos acercamos a la “subidita” del puente de San Cristóbal, le ha tocado a mí compi encararlo en primera posición y parece que la gravedad de la tierra aumenta por momentos, llegamos con pies de plomo a la “cumbre” y descendemos por Nieves Cano. Esta zona me la conozco, mucha suela desgastada por estos lares lo confirma, así que de nuevo le doy el relevo.


Foto Asier
 Las piernas empiezan a ponerse duras en cada zancada, solo están acostumbradas a 16Km y he llegado a su tope, aun así espero que aguanten un poco más. Entre curvas nos vamos acercando a Fray Francisco de Vitoria, curva en la que se agolpa un buen número de gente, parece mentira que desde aquí a mendi, que está al lado, todavía queden 2 Km y que kilómetros…

Foto Aita
 En el giro en Coras me doy cuenta de que Iker se ha descolgado un poco, intento que se una a mí, pero también veo por delante a un par de corredores, así que esperando que me siga intento acercarme un poco más a ellos. Cada paso es una especie de calambrazo y la pendiente positiva del Estadio no ayuda para nada. Por suerte llegamos al giro que nos lleva cuesta abajo hacia el parking, es aquí donde doy caza a los otros 2 y entro en recta de meta. 

Foto Ama
 Ya se puede decir que está hecho y a pesar de tener a otro corredor cerca no intento ir a por él, pero hay que entrar de la manera más digna posible, así que cabeza arriba y cruzo meta en 1:15:50 sorprendido y quedando en 56ª posición.

 https://drive.google.com/open?id=0Bw4Kas0KN1fzVUtmUTZzTUNma1k


Como viene siendo habitual en mí, me doblo, recupero el aliento a bocanada limpia y comienzo el baile de saludos a los compañeros. Sobre todo busco a Iker, gran aliado en esta batalla contra el asfalto y le agradezco su colaboración, sin decirnos nada durante la carrera hemos sabido compenetrarnos de pm. Me dirijo a darme un masaje, aprovecho el tiempo de espera para estirar mientras un dron revolotea haciendo que en cada pasada por encima nuestro pensemos en ponernos la chaqueta por la ventolera que suelta el aparato, jajaja.
Para finalizar, duchica rápida y a tomar algo con la family, que no sé cómo lo hacían pero estaban por todos los lados.

Foto Aita

miércoles, 24 de diciembre de 2014

37ª Media Maratón Vitoria Gasteiz 2014

La mecha de este 2014 se va acabando y con la media maratón de Vitoria damos por finalizado el año oficial de carreras en todas sus variantes. Mañana perfecta donde las haya para correr, frio, ausencia de viento y ganas, no hace falta más para vestirse de corto. Después de organizar todo lo necesario, cojo la bici y me dirijo a Mendizorrotza para cambiarme. Al igual que el año pasado, petado de coches y gente en las inmediaciones, al igual que repitiéndose la escena pasada, la gente cambiándose, en pleno pasillo de taquillas habiendo espacio más que suficiente en los vestuarios, parece una repetición ;).
Mientras me cambio comienzo con las primeras charletas del día y en cuanto estoy listo me dispongo a trotar. Los días previos no he realizado apenas actividad, con lo que puedo empezar con soltura. Vuelta al perímetro del polideportivo y estiramientos llenan estos primeros instantes. 20 minutos para el comienzo y llevo la chaqueta a la taquilla, más o menos está el pescado vendido por aquí, así que últimos calentones dirección a la salida y allá que voy. Por fin, la organización piensa un poco y pone una salida digna de un evento con más de  4000 personas, nunca es tarde. Este año hay 3 cajones de salida por tiempos, con lo que me coloco en el que me toca y espero cuan simio enjaulado a que den la salida.
Se acerca la hora y sin apenas agobios dan la salida. Primeros metros rápidos, comentario de “venga que ya está hecho” se oye de una espectadora, no me jodas, jeje, en bajada como era de esperar y sorteando la rotonda se va formando grupo inicial. De todas las veces que he hecho esta carrera esta ha sido con diferencia la más limpia de todas, buena para los corredores y buena para la gente que lo está viendo. Primer Km rapidísimo, pero entraba en los planes, así que a calmarse un rato. 

Foto Rakel
En la avenida, hay un pequeño grupo que se está alejando un poco y como tampoco van mucho más rápidos que yo, salto para unirme a ellos, calentón que refrigero al llegar a su altura.
No me noto muy mal, si bien es verdad que no llevamos ni una cuarta parte de la carrera, pero voy encontrando ritmo. Pasadas muy bonitas por las zonas de más público, que hacen ampliar la zancada. La pequeña subida de Portal de Castilla, hace que me quede rezagado y no recupero hasta volver a pasar por delante de Mendi. 

Foto Fitgüne
Llegamos a una gran recta, para llegar hasta Adurza, pasando por Zumaquera. En mi cabeza solo pienso en llegar a la calle los Herrán, lugar que me agrada recorrer por su mínimo descenso. Tengo referencia visual en todo momento de la gente de adelante y mantengo la distancia, pero a partir del 8 empiezo a oír llamadas del infierno, las piernas se comienzan a poner pesadas, aun así todavía no me impide rodar bien, con lo que espero que solo haya sido eso, una advertencia pasajera.

Foto Saioa
A lo lejos se vislumbra el arco de los 10 Km y a pesar de empezar a no estar a gusto, paso por el con un buen tiempo de 35:53. Me alcanza un nuevo grupo, parece que la tónica va a ser esa, la ir siendo alcanzado en vez de alcanzar. Normalmente no suelo ser espectador de estas cosas, pero, al dar la curva para volver a retornar hacia Iparralde, del grupeto de unos 10 con los que iba, un lumbreras decide que 21 km a lo mejor se le quedan largos y se mete una recortada que ni delante de un toro, que le lleva del último puesto al primero (que mira, si lo hacemos todos o la mayoría, pues yo que, se lo hace, pero a mí se me caería la cara de vergüenza al creerme el más listo de la clase).
A parte de la anécdota, todo sigue parecido, yo empezando a sufrir dolores en las piernas y quedando descolgado de todo grupo. Subiendo hacia la calle Francia, más de lo mismo, llega un grupo e intento seguir, en esta ocasión está formado por Javi del Arabatri, que me dice que me pegue a ellos, lo intento, la verdad que esta vez lo intento con más ganas, incluso veo que mira para atrás para seguir animándome a ello, se lo agradezco como el que más, pero estoy roto y me libero de la goma que me estaba colocando. 

Foto Saioa
Kilómetro 14 y ahora sí que no tiene solución, tengo los cuádriceps destrozados, cada zancada en un dolor indescriptible. Siempre he dicho que se corre como se entrena, por lo que sabía que esta situación iba llegar, lo que no me esperaba es que fuese tan pronto ni tan doloroso.

Foto Rakel
Aquí la situación se convierte en supervivencia, primer objetivo no andar y segundo no retirarse, así que literalmente, aprieto los dientes y me vienen recuerdos de la media maratón final del tri de Vitoria y eso no fue tampoco nada agradable. No sé si es suerte o desgracia, pero retornamos hacia la parte más afición de la carrera. Intento ir lo más digno posible, van cayendo inevitablemente los segundos en cada parcial y eso unido a que ves que la gente te va pasando sin poder hacer nada, me mina moralmente.

Foto Aita
Después de la larga (a mi ahora todo se me hace largo, jeje) recta de Manuel Iradier, llega la cuesta del puente San Cristóbal, me avergüenzo de cómo lo afronto mientras me pasa un nuevo grupo encabezados por un gran Asier, el cual también me anima, agradecido es poco. Quedan todavía 3Km, una minucia, pero lo multiplico y son todavía muchos minutos de sufrimiento, a pesar de ir en unas comodísimas 150ppm. Las 2 últimas veces que me encuentro con mi padre, me dice que lo deje, que no tiene sentido, veo que también lo está pasando mal. Paso el 19, no lloro en cada zancada, porque no estaré lo suficientemente hidratado. 

Foto Aita
Al dar la vuelta en Fray francisco, veo la liebre del 1:20 que esta por detrás. Lo poco que tengo es para intentar que no me pille, pero todavía quedan más de 1500m y a pesar de que lo intento, en la subida al Estadio soy rebasado por toda la tropa que le acompaña. Ultimo kilómetro, llego al giro a duras penas para ser ayudado en la bajada por la pendiente y solo me queda torcer a la derecha para entrar en el aparcamiento y un poco más tarde cruzar el arco en 165ª posición en 1:20:20.


Me pongo a andar, apenas lo logro, me estallan las piernas, imagen de uno vomitando a la derecha, joderrr. Lo único que quiero es llegar a los masajes, a duras penas puedo subir las escaleras al recinto y entre gemidos alcanzo la cola. No puedo casi ni aguantar de pies sin estar apoyado en la valla, “la que has liado pollito”. Después de ver que los recortadores oficiales lo hacen hasta en estas colas (no tengo ganas ni de discutir) espero a que me toque el turno. Al cabo de un buen rato, tengo camilla libre y me dirijo a ella de muy mala manera, tanto que la propia masajista se acerca para ayudarme a llegar. Me tumbo con dolores increíbles, ella se queda flipada e intenta hacer lo que sabe, preocupándose en todo momento de mí. Esta un buen rato conmigo, la verdad que solo tengo palabras de agradecimiento para las chicas que me han tocado.
Bajo de la camilla y me dirijo a la ducha, cosa que tardo un ratillo, por las paradas que me encantan, de diálogos post carrera con la gente que me voy encontrando, para acabar reuniéndome con la family.
Ha sido un año con muchas cosas, primeros meses espectaculares, difíciles de repetir, pero con ganas de intentarlo, media zona de lesión dramática, que ha condicionado los siguientes eventos y ultima parte de intento de recuperación, sin llegar a ello pero dando pequeños pasos. Así que no se puede pedir más variedad en el mercado señores, al igual que nos encantan las buenas épocas hay que saber pasar los obstáculos.

martes, 17 de diciembre de 2013

XXXVI Media Maratón Vitoria 2013

Gooodddd mooorrrnnnnniiiinnnnggggg Vieeettttnnnaaaammmmm!!!! No sé porque pero se me ha venido a la cabeza. Hoy a 16 días de finiquitar el año, toca “degustar” la última carrera seria de la temporada. Llega La Media, evento Gasteiztarra por excelencia, y aunque ya me pillo los dedos con la distancia, la verdad que me encanta correr y sentir la adrenalina de dar lo máximo por sus calles y espero que el catarrillo que he tenido durante esta semana no cause mella. La dopamina mañanera a base de pasta no es que entre muy bien, pero sé que se agradecerá. Todo en orden a 60 minutos vista, así que toca coger bici y desplazarse hasta Mendizorrotza, para ir comprobando por los termómetros de la ciudad, que no hace ni frio ni calor….
A 500m para llegar, mi retina se queda con la primera imagen impresionante, mucha mucha gente, unos ya cambiados, otros en coches esperando a pasar, en definitiva, cambio radical en comparación al paso por el mismo lugar, a la misma hora un día cualquiera, esto empieza a molar. Aparco el vehículo a la puerta del recinto y me dirijo a cambiarme, la gente está agolpada por las taquillas haciendo lo mismo, me imagino que no sabrán que hay vestuarios ;). Me lo tomo tranquilo, haciendo todo con calma y poniendo el modo carrera en la cabeza, hoy va a hacer más falta que nunca.
Empiezo trotando por las cercanías, dándome cuenta de que algunas zonas están algo heladas, por lo que la precaución reina en estos primeros instantes. Encienden la megafonía, todo marcha según lo previsto y a  la espera de unos compis me pongo a estirar. Corredores, espectadores y lo mejor, animadores, van de un lado para otro. Segundas carreras para ir engrasando las articulaciones y a falta de 10 minutillos la sudadera para la taquilla y hacia la salida. El arco esta petado, hacerse un hueco va a ser tarea imposible, con lo que me quedo al lado derecho detrás de un sinfín de personas. El GPS no me coge ni los satélites de lo apretujados que estamos, y cuando justo dicen que queda un minuto para que salgamos dan el pistoletazo, pues sí que ha habido organización…

Foto Adolfo Garrido
No sé a qué lumbreras se le ha ocurrido, que este año se salga desde el propio parking, puesto que si ya nos ha costado arrancar, a 50m vuelve la parada y los empujones para intentar hacer un giro imposible de 90º. Paso andando a la calle principal y viendo la dificultad de avanzar, a la mínima oportunidad, me meto detrás de los espectadores para incorporarme al carril bici. Antes de la rotonda y gracias al apretón, veo que en la carretera de nuevo hay hueco, así que me uniré al resto. Un par de cruces y desgaste extra después, encaramos la avenida, me lo tomo con “calma” intentando estabilizar las pulsaciones y el aliento, a la par que intento responder a las preguntas que el Garmin me está haciendo, para ver si encuentra los dichosos aparatos satelitales, jajaja (cuando no es la cinta es el reloj).
Giro de 180º y los grupos ya se empiezan a estirar, ahora toca ir decidiendo lo que voy a hacer, me veo con fuerzas, pero claro es solo el 2º kilómetro y es aquí cuando el reloj revive y me empieza a marcar el ritmo. El ánimo de la gente en el Puente Castilla hace que me decida a arriesgar, salto a por el siguiente, la idea está tomada, aguantar hasta petar.

Foto Adolfo Garrido
Giro de izquierdas para volver casi al punto de inicio y coger la recta interminable de La Zumaquera. Llegamos al cinco, el primer avituallamiento se acerca y no sé qué hacer, normalmente no cogería agua, pero claro, no es una de 10, así que estiro la mano, mierda la primera al suelo, lo intento con una segunda,  mismo resultado, tengo todavía las manos heladas, pero gracias a un compañero que me cede algo de la suya, puedo mojarme un poco los labios.
Llevamos buen ritmo a pesar de picar hacia arriba y dentro de poco terminaremos la calle para acceder a Los Herrán, que no sé porque, pero me gusta correr por ahí. El grupo se mantiene, yo no me despego del corredor que me precede, estamos llevando unos ritmos elegantes. 

Foto Sergio
Un poco antes de finalizar la calle, alcanzamos a varios corredores y nos dirigimos hacia Portal de Villarreal. Continuamos con la misma tónica y damos la vuelta para volver hacia el centro de Vitoria. Pienso en la subida hacia la Calle Francia y me da un pequeño bajón, en ese tramo veo como uno de los de adelante se para, se ata bien la zapatilla y nos vuelve a pasar como si nada, con eso en la cabeza parece que no me ha costado tanto…
Los rayos del sol golpean mi rostro nada más girar, pero la estampa es impresionante, nos vamos acercando al Km10, aquí la cosa esta clara, naranja fijo, así que estiro la garra y cojo mi dopamina particular, aprovecho la bajada de La Calle La Paz para comerla y ponerme como un cristo, con los correspondientes metros de después para volver a coger ritmo de respiración, pero el beneficio gana, ritmo de 3:29 en este primer sector, Alberto se te está yendo la pinza. Vuelvo a sentir las “piernas ligeras” y gracias a las palmadas del respetable comienza la cuenta atrás (nunca algo tan simple pudo hacer tanto). Al paso por El Ciudad De Vitoria un griterío tremendo hace que hasta me asuste un poco,con el ruido ensordecedor de unos chavales tocando las trompetas, continuo con el compañero de viaje que me he echado y de momento lo aguanto.
En la calle Manuel Iradier comienzo a notarme algo cansado, las piernas me dan los primeros avisos, pero el cazar a otro me motiva para reengancharme y librar esos metrillos que había perdido. Subida brutal (si ya sé que no es gran cosa pero…) del puente San Cristóbal y pasamos en bajada hasta La Calle Heraclio Fournier, para enlazar un poco más adelante con el antiguo recorrido de otros años. 

Foto Aita
Después del ligerísimo ascenso, toca picar hacia abajo para llegar Mendizabala, me dejo llevar y la recompensa de la naranja está a escasos metros. Esta vez las piernas no responden de la misma manera al chute, me empiezan a pesar horrores, pero al paso por el punto de inicio, se graba la segunda imagen del día, una multitud agolpada en la curva, todo es como un flash y no diferencio a casi nadie, tremendo, así que no se puede dar síntomas de desfallecimiento ;). Recta de Nieves Cano, no puedo más, del kilómetro 17 al 18 parece que has pasado horas, en mi mente inserto que solo quedan 3Km , ya está casi hecho. 

Foto Aita
Giro de 90º+90º y toca afrontar el Camino de la Universidad, lugar por el que suelo ir entrenando, pero hoy toca en sentido contrario.
Aquí ya me empiezo a quedar descolgado, me pasan 3 o 4 a la vez que adelantamos a otro, lo intento, de verdad que lo intento, pero no puedo ir más rápido, estoy a 5m pero no llego a ellos. Ultimo paso por el Prado, ánimos increíbles de nuevo, hacen lo imposible por intentar alargar la zancada, este último tramo es mortal, la recta del Estadio no se acaba nunca, yo creo que da igual al ritmo que vayas, ahí siempre se pasa mal y encima es el final de muchas de las carreras. 

Foto Rakel
Por fin llegamos a la curva para picar hacia abajo, por delante no voy a ir a por él y por detrás están lejos como para quitarme un puesto, así que queda dar el último giro a derechas y visualizar el arco.
Al ir acercándome veo en el crono por primera vez mi tiempo de carrera, estoy por debajo de 1:15 y no creo que lo rebase, una marca bastante codiciada, así que pequeño apretón y que no aparezca la niña bonita. Cruzo meta, ando, las piernas me explotan, el aire llega a cuenta gotas a pesar de las bocanadas, pero ya está acabado. Tiempo 1:14:48 y 34º puesto.


A pasitos me dirijo al poli, poca gente en los alrededores, cojo las bolsa del corredor, que por cierto, se podían esmerar un poco mas, ya se sabe la historia de la crisis, pero los precios de inscripción tampoco son para que den 3 cosas contadas (señores que estamos hablando, redondeando, de 80.000€). Me dirijo a las camillas, creo que hoy me he ganado unos refriegues de los buenos. Al acabar, me voy encontrando con gente, el pabellón se ha llenado y la gente está intercambiando las impresiones. Yo felicito a los conocidos, todos con cara de felicidad y de objetivos cumplidos por la finalización, así que solo queda darse una duchica rápida e ir a agradecer, valga la redundancia, a los animadores sus ánimos.