jueves, 12 de julio de 2018

Half Triatlon Vitoria Gasteiz 2018

Quedan poco más de 2 meses para el Triatlón de Vitoria y me sale una oportunidad de poder competir y yo que para estas cosas soy muy lanzado, pues me animo. La primera y última vez que lo hice fue hace 4 años y este año me gustaría competir en igualdad de condiciones, sé que ninguna tienda me va a dejar una cabra para el evento, porque no tengo el nivel ni la repercusión para ello, pero tengo la suerte de tener a Inma Pereiro de compañera de curro, que me ofrece sin dudarlo ni un momento todo su arsenal de pro, no estaré a la altura pero intentaré no dejar mal a #pereirostyle. Pues bien, el día ha llegado o mejor dicho, el fin de semana, porque esto empieza mucho antes. Después de salir de currar toca meterse el sábado en modo triatlón. Lo que menos me gusta de estas distancias (entre otras cosas) es la parafernalia que hay que organizar para ello, bolsas para aquí, pegatinas, dorsales, comida…..La primera parada fue Landa (después de estar toda la mañana preparando la bici y las transiciones) la zona está repleta de gente con la bici y yo me uno a ellos para dejarla en el box. Este año me ha dado por pensar y la tapo (no como años atrás), que es cierto que al final tampoco hay que dejar mucho más pero es la angustia de que te dejas algo olvidado. Segunda parada la plaza de los fueros, allí dejaremos las zapatillas, dorsal y algo de comida para el último sector, aquí sí que no se te puede olvidar nada, porque aquí ya vas a llegar en carrera, por lo que después de revisar todo un poco cuelgo la bolsa naranja y fuera, ya solo queda descansar y mañana al lío. Suena el despertador, las 5:00 am (casi ni cuando tenía que ir a currar) cuando los sentidos empiezan a despertar oigo el sonido de la lluvia, madre mía como cae, entraba más o menos en los planes, pero asusta un poco ;). Desayuno habitual chequear todo lo que queda y allí nos lanzamos la debutante y yo hacia el centro de la ciudad para coger el autobús que nos llevará hacia el pantano. Como siempre mezcla de ambientes por las calles, están los que llegan a casa, los que continúan y los que salimos y aunque nos parezca extraño, los raros somos nosotros. El autobús comienza la marcha y ya en la autovía parece que el líquido elemento empieza a disminuir su caída. Llegamos a Landa con un par de horas de antelación, así que tranquilamente nos sentamos en la terraza del bar esperando que deje de llover completamente. La claridad del día nos lleva hasta los boxes, llego a la bici, la destapo con cuidado y empiezo a preparar las cosas, un paseo por aquí otro paseo por allá y todo listo para empezar. 45 minutos y me pongo el neopreno para ir a probar el agua, la primera impresión es diferente a la de otros triatlones, el agua “caliente” me sorprende al meter el pie. Unos metros disfrutando de esta piscina enorme y hacia afuera. Parecemos cordericos esperando a que nos abran la puerta para ir a colocarnos en la línea de salida. Salida ancha esperando a que la elite masculina y femenina se presente y salga, después llega nuestro turno. Me he colocado a la izquierda del todo, como siempre paso de meterme en jaleos, recorreré más metros pero espero que sean más tranquilos. Bocinazo de salida y allí que salimos como locos, en cuanto piso agua y veo que puedo empezar a nadar me lanzo cual chipirón y se me llena el ojo derecho de agua pero a bracear se ha dicho. Esta vez decido hacer una salida a tope para así salir del meollo y dirigirme hacia el centro sin que me molesten. Después de 100m y no recibir casi golpes veo que el panorama es óptimo, las boyas naranjas de referencia ya las tengo de frente y nado a gusto. El reloj marca los primeros 500m voy como debería nadar, ahora ya solo es disfrutar este sector. Llegada a la primera boya giro de izquierdas y golpes cero, bien bien. Hemos alcanzado a alguna chica y más adelante aparece el gorro de algún chico elite, con lo que no se me está dando nada mal. Segunda boya también sin mucho jaleo, es lo que tiene esta distancia y las boyas tan lejanas. De repente empiezo a notar agua en la espalda, me da que se me ha soltado el velcro del cierre, es incómodo pero tampoco creo que me afecte mucho así que en vez de pensar en eso me limito a visualizar lo que tengo que hacer al llegar. Cuando el reloj marca los 1500 empiezo a ver el arco de salida, hay que decir que las grandes boyas naranjas de referencia son un puntazo para poder ir más o menos recto. A falta de pocos metros para pisar tierra el juego es saber si no llego a los 2000m como la otra vez y a cada brazada espero una vibración del reloj que finalmente no llega (aunque no he andado muy lejos, jeje). Pies a tierra y me levanto para empezar a correr por la alfombra entre los ánimos de la gente hasta entrar a la carpa. Llego a mi bolsa, le doy volquete y empiezo a ver que dejo y que cojo. Lo primero el neopreno a la bolsa con todo lo demás y después cojo el casco, cuelgo la bolsa de nuevo y vamos a por el segundo. Este año acierto con la fila de mi bici y voy descontando los números hasta llegar a ella.

Foto Photom Photography
Mientras corro con ella en la mano visualizo lo que tengo alrededor, conozco a un Arabatri (aunque de primeras confundo a Jonatan con otro compañero, sorry) también rondan por ahí, la máquina de Cabanas y Sanvi del Dida, menudo panorama de gente buena. Entre tanto ya estoy en la salida a la carretera entre gritos de ánimos que dan un plus para afrontar estos 90km. Me monto a la bici, este año sí que no hay excusa y hay que demostrar lo que hay, así que en cuanto cojo ritmo cabeza gacha y a apretar. Primeras rampillas en la que nos vamos colocando, tengo a Lekue delante, le rebaso y me vuelve a pasar al rato. Llegamos al cruce de Ozaeta después del primer apretón en Marieta, iremos unos 5 o 6 corredores medio cerca, nunca viene de más tener referencia para pedalear. Los kilómetros transcurren entre adelantamientos de unos a otros jugando al gato y al ratón con el problema que eso genera, dejar la distancia y reducir la velocidad, yo viendo que todos vamos a la misma velocidad tampoco me preocupo mucho en adelantar, pero sí que es cierto que cuando ves que el que te precedía ahora está a 200 metros más adelante porque te han adelantado decides apretar un poco y volver adelante. En el cruce de Gordoa se nos han unido alguno más y a Agurain llegamos unos 15 corredores.

Foto Imanol Mujika
Este año veo que si entre “tan pocas” personas es complicado dejar la distancia de drafting, no me quiero imaginar los de atrás, pero sabemos cuales son las reglas del juego, todos las sabemos y yo no seré quien me haga trampas a mí mismo (ahora viendo a posteriori las velocidades de algunos conocidos en la bici me doy cuenta de que esto está lleno de tramposos, que yo me dejo las fuerzas para ir más rápido y ellos reservan para la carrera y luego lo lucen a los cuatro vientos en las redes sociales, no señor, ya está mal que hagas trampas, pero encima no lo tomes como un mérito enseñándoselo a los demás). De vuelta a Vitoria aparece la bala Guzmán que se une a la fiesta, charlamos y seguimos a lo nuestro. Cada vez que miro el cuentakilómetros me sorprendo la velocidad que estoy llevando, pero si había un día en el que había que ir así, ese es hoy. Cogemos la recién asfaltada N104 y seguimos volando hasta Zurbano y después de pasar por el Buesa con los ánimos de la gente empieza a alargarse la cosa.

Foto Aita
Delante de mí se va parte del grupo en el que iba, tampoco me importa mucho ya que empiezo a pensar en la carrera a pie y por detrás como tampoco me da por mirar intuyo que también se ha alargado el asunto. Comienza la típica vuelta al pantano de cualquier vitoriano (y especialmente mía, que salgo poco de la rutina) así que voy haciendo la cuenta atrás de estos 40km. Llego de nuevo a Landa, con la curva del Etxezuri plagada de gente, es emocionante pasar por esos tramos tan concurridos.

Foto Josu Etxeberria
Concluimos esta vuelta grande pasando por el mismo sitio de salida y me cruzo con gente del Iron que está saliendo ahora (madre mía lo que les queda a los pobres). Nuevo paso por la cuesta de Marieta y el muro de Maturana, por suerte a partir de aquí ya está “chupado” y el tiempo nos ha respetado sin que haya aparecido el sol. Después de la cuesta del perro nos juntamos de nuevo con gente del Full, está bien por ir adelantando, pero peligroso si ellos a su vez también andan adelantando o como me pasó en el cruce de Ilarraza donde uno se abrió tanto sin mirar para coger la curva que casi me echa hacia afuera. Entro en la ciudad con ganas y con pena, porque me lo he pasado en grande en esta crono y con la suerte de no tener ningún percance, para los que dicen que el material no importa, que sepan que están muy equivocados, hoy ha habido #pereirostyle para rato. Por la zona de Iparralde veo como algunos empiezan a soltarse las zapatillas, como eso me ha pasado a mí en ocasiones, el no saber dónde se baja uno exactamente, les indico que todavía quedan unos 2km para que lo sepan y con esas vamos recorriendo el carril bus hasta llegar a Olaguibel.

Foto Rakel
Dejo la bici a los Voluntarios y bajo hacia fueros, como el casco me va a molestar más en la mano que en la cabeza, decido dejármelo puesto hasta entrar a la carpa, eso sí este año espero acordarme de quitármelo antes de salir a correr jajaja. Me cuelo de fila, pero rápido retomo la mía para llegar a mi bolsa e igual que antes saco todo lo que hay, me siento y empiezo a cambiarme. Aquí ya reconozco a Jonatan y charlamos brevemente sentados y en cuanto tengo todo más o menos organizado salgo al lío. Subida por la calle fueros para pasar por la Plaza nueva, ritmo cómodo estoy bien y me intento regular en estos primeros compases, esto no va a ser como las otras carreras de darlo todo y llegar a meta, aquí va a tocar sufrir.

Foto Rakel
Intento refrigerarme en todos los avituallamientos que puedo, los vasos son pequeños y mucha agua se cae a la hora de cogerlos, pero es lo que hay. Paso por la Florida en la que se verá el aumento de gente según vaya pasando la mañana. Me alegro de que hayan quitado la larga recta de Carmelo Bernaola y seguido llego a la primera vuelta al Prado (será de las pocas veces que la hago al año, jeje). También es un buen recorte el que le han metido al Paseo de Cervantes y en el giro de 180º veo a la primera fémina e intento ir recortándole poco a poco. La calle nieves cano picando hacia arriba da el comienzo a la zona “mala” del recorrido, con continuas vueltas en la zona de universidades, por una parte está bien para el espectador pero para los corredores es psicológicamente muy duro. Aquí ando por el Km 8, sigo yendo dentro de lo esperado, con altibajos de ritmo según la zona pero con fuerza en las piernas. Pero al paso de la primera vuelta todo empieza a cambiar.

Foto Rakel
Comienzo a estar cansado, las piernas me pesan una barbaridad y el ritmo empieza a decaer. Tampoco voy a decir que me sorprenda mucho, porque sabía que esto era lo lógico que me iba a pasar, si el último mes la salida más larga (por diferentes motivos físicos) ha sido de 12km pues el cuerpo lo sabe, por lo tanto toca tirar de cabeza para llegar a meta. En el primer Km de esta segunda vuelta me adelanta Albert con un ritmo infernal y más tarde Sanvi, mi lucha es conmigo mismo así que me olvido de los demás y me concentro en la zancada. El paso por la calle Postas y Dato es espectacular de nuevo y llego a la zona de los parques con buena caja pero sin fuerzas en las piernas. No soy de geles pero he llevado uno para por si acaso, le doy un sorbito a ver que tal, pero como no noto nada diferente y cada vez me encuentro seco decido no probar más.

Foto Aita
Estamos en el recorrido mucha gente y no se puede averiguar de qué vuelta son, me digo a mi mismo que si yo lo estoy pasando mal, los demás también lo tienen que estar pasando y con ese consuelo de tontos llego a la parte fatídica de las unis, viendo como Koraxan se distancia de mi poco a poco. En la recta de Nieves Cano me sorprende ver a la gente andando, no me esperaba eso en esta distancia, llego al puesto de Arabatri, me animan como nadie y Ander se pone a mi lado, me pregunta que que tal, pero sabe de sobra al ver mi ritmo que estoy roto. Es una lástima no poder ir ágil por esa zona por la que siempre paso cuando salgo a correr, me veo lento, lentísimo, los giros de 180 en los conos son un suplicio para las piernas que se resienten en cada golpeo, tengo los cuádriceps que no me los compran ni en rebajas. En este momento pienso en Diana, que si yo estoy pasando estas penurias ella no creo que vaya a ser menos, espero que saque esa tozudez y pueda superar la situación para poder pasar la línea de meta que tanto ansía. Me mentalizo en lo bueno del paso de las unis, solo es zigzaguear y en cuanto empiece a bajar ya lo tendré tirado. En el último giro antes de empezar a bajar hacia el centro recuerdo la primera vuelta donde me puse a animar a los chicos que están con la musicota a tope, en esta por el contrario no tengo ni la capacidad de levantar la cabeza para saludarles. Me adentro por última vez en la Florida y antes de llegar a la calle San Prudencio me entra la mayor envidia de toda mi “vida deportiva”.

Foto Aita
Grupo de gente en la terraza de un bar sacando jarras de pika, madre de dios, con gusto se la arrancaba de la mano y me la bebía de trago en fin…. Ya estoy en Dato, siento los ánimos de la gente conocida, llego a la Virgen blanca entre curvas y hago el penúltimo paso por la plaza. Al llegar al otro lado me pasa uno o dos corredores (ya ni se) solo quiero llegar. Vuelta al cono y ahora sí que sí, entro en la plaza y antes de tomar la bifurcación me tomo con un corredor, ya no sé si es de mi vuelta, pero como estoy acercándome intento pasarle antes de tomar el desvío.

Foto Rakel
No consigo hacerlo, pero veo que continúa hacia delante con lo que casi me paso de largo. Recta de meta para disfrutarla lasai, ahora sí que sí, echo una miradilla atrás y coño pero si viene uno lanzado, no eso sí que no, como puedo me recompongo y mi entrada tranquila se convierte en un pequeño apretón para pasar por el arco. Estoy reventado, las piernas me estallan y poco a poco veo que mi cuerpo está más cerca del suelo.

Foto Canofotosports
Me encuentro sentado en la lona y uno de la organización muy amablemente me ayuda a levantar, ya que estoy en mal sitio. Camino, me dan una medalla, le agradezco al peque el detalle y lo siguiente es la camiseta y la toalla. Sin perder mucho tiempo avanzo hasta el avituallamiento líquido, necesito cualquier cosa y allí está mi oasis en el desierto. Hay todo tipo de comida, pasta, paella, melón, sandía, naranja, dulces….es una barbaridad, lástima que no tenga ni pizca de hambre. Y allí estoy yo un buen rato tirado en el suelo con inicios de bajón de tensión con mis botellitas. Me comentan que hay sillas que puedo ir allí, pero estoy en el suelo mejor que en brazos y me quedo hasta que puedo incorporarme para que me den un masaje. Me tratan como un señor las dos profesionales que me han tocado y les agradezco su labor, por lo menos minimizaran los daños causados. Cuando me levanto de la camilla me dirijo de nuevo a hidratarme y a ver si ha llegado Diana, cosa que corroboro en poco tiempo, allí está ella, con cara de sufridora, pero con una alegría que sabrá disfrutar más adelante. Así que con esta chapa y después de pasar por los diferentes sitios de recogida de cosas finaliza este Triatlón de mi ciudad, con un tiempo de 4:25:04 y en el puesto 17º.


Expectativas cumplidisimas para lo que esperaba de la carrera y muy contento con mi rendimiento, aun sabiendo que es mejorable (aunque para ello habría que plantear entrenar de una manera específica, la cual no quiero ni voy a hacer). Gracias a todos los que habéis pasado el día animando y estando para que esto haya sido más llevadero y como siempre digo, gracias fotógrafos, profesionales o amateur por plasmar en imágenes lo que yo he vivido en persona que he tratado de explicar de la mejor manera posible.

Foto Triatlón Vitoria Gasteiz


martes, 22 de mayo de 2018

X Triatlon Sprint Hondarribia 2018


En Mayo estaba en mente el ir a la carrera solidaria de Ziordia, pero me comentan la posibilidad de ir al triatlón de Hondarria y aunque me fastidie mucho no poder asistir el trideporte me tira y para lo poco que compito tengo que aprovechar. Hace ya unos años que no me acerco por allí y la zona es  muy chula para correr por sus alrededores, por lo que he visto dan una temperatura veraniega y eso le va a dar ese puntito extra.
Llegamos con bastante tiempo de antelación, me gusta el horario de tarde porque puedes ir con más tranquilidad en vez de pegar madrugones y apurar en los horarios. Con una suerte tremenda aparcamos en el parking del polideportivo, con lo que nos facilita mucho más la logística, jeje.
Cogemos los dorsales y después de  otear el ambiente vamos con la calma poniendo las pegatinas y dorsales en su correspondiente sitio antes de entrar a los boxes. Cola para el marcado y en nada ya estoy buscando mi lugar. Es el primero de este año y surgen las dudas de como colocar las cosas y más teniendo en cuenta que este año no tienes la obligación de ponerte el dorsal en bici, cosa que me hace pensar cuando me lo voy a poner, pero decido probar cosas nuevas y lo dejo colocado para el último sector.

Foto Aita
Hago un minitrote porque me da pereza ponerme todavía el neopreno, pero en nada ya me lo estoy enfundando para ir a probar el agua. De camino a la playa me encuentro con López, otra de las amistades que te da este deporte y charlamos un rato antes de desearnos buena suerte y citarnos para después de meta. Al meter el pie en el agua, lo normal, fresca fresca, pero tampoco creo que pasemos frio.
Después de unos largos y viendo desde lejos la salida de la chicas me acerco para la línea de salida. Veo un gran tumulto de gente en una parte (digamos que la buena) pero como paso de líos y agobios me voy al lado opuesto casi al final donde veo que hay menos gente, prefiero nadar a mi ritmo sin agobios en perjuicio de una mayor distancia. Un nervioso Javi también anda por los alrededores y charlamos un rato. 

Foto Festak
Poco a poco veo que la zona que parecía más tranquila también se empieza a llenar de gente, pero decido no moverme y espero allí hasta el bocinazo.
Salida como siempre, llego al agua y comienzo a saltar para avanzar y en cuanto llego a zona segura me pongo a nadar. A pesar del típico dolor de brazos y piernas que me entran no está la cosa tan mal, pero de la que levanto la cabeza diviso a la izquierda que estoy muy lejos de hacia dónde debo ir. Intento ir corrigiendo, pero los golpes empiezan a entrar en acción, agobio y  tragos de agua son la tónica hasta la primera boya, mala, muy mala elección. Primera boya que paso muy por el exterior porque quiero empezar a nadar más tranquilo, a partir de aquí la cosa se estabiliza, comienzo a bracear a gusto y veo que comienzo a avanzar. La llegada a la segunda boya se vuelve a convertir en un campo de batalla y al pasarla decido alejarme de nuevo de la marabunta. Encaro la playa y veo que cada vez la arena se ve más cerca, cosa que me alegra, porque no ha sido una natación nada bonita. Al ponerme de pies veo lo que ya deducía, una “mala” natación te deja donde te deja y es lo que hay. Bien es cierto que no soy nadador ni mucho menos, he tenido una mala elección y eso sumado a las microparadas te lastran.

Foto Rakel
Aun así no pasa nada, la larga transición hace que pueda coger aire y recupere algún puesto que nunca está de más. Llego a la bici, dejo el neopreno, casco en la cabeza y hacia fuera. Paso la línea, salto a la bici y ostia, siento un dolor en el pie izquierdo, la bici se para en seco, no sé cómo narices lo he hecho pero he metido el pie entre el cuadro y la rueda y claro no puedo sacar el pie porque se ha quedado pillado, así que lo único que quiero es caerme cuanto antes para poder reemprender la marcha. Caigo como las peras maduras, saco el pie como puedo, me levanto e intento reemprender la marcha lo más rápido posible. 

Foto Rakel
Chequeo los daños mentalmente, dolor fuerte en el empeine y la planta del pie cortada por los radios, pues sí que estamos bien, bueno la adrenalina hará su función y ya se verá, el día que no me pase ningún altercado voy a tirar cohetes, jajaja.
Si ya iba retrasado a esto le tenemos que sumar otro minutito por la tontería y más gente a remontar. La cronoescalada a Jaizkibel no va a ayudar mucho pero hemos venido a jugar. En cuanto se empieza a empinar la cosa me pasa Unai que va como un avión y me da ánimos. Con este tipo de circuito no tengo muchas posibilidades de recortar gran cosa, pero pongo mi ritmo de crucero e intento disfrutar de la subida. Me pasa alguno más, pero yo también estoy pillando a la gente de delante, cosa que me motiva. Llegamos hasta Guadalupe y me parece que está más cerca incluso que otros años, jeje. 

Foto Festak
Ya solo queda la mitad de la subida, Me pasa Joseba e intento engancharme un poco, por lo menos me obligo a apretar algo, que hay que salir de la zona de confort. Nos mantenemos un pequeño grupo y a falta de 2 Km pasa Iker del Dida, pues otro pequeño arreón y a ver si le consigo aguantar.
Llegada al giro de 180º y solo queda la trepidante bajada, me coloco delante del grupito porque no quiero sorpresas y bajo como a mí me gusta. Llegamos al descansillo y lo bien que me vino al subir choca con lo mal que viene ahora, jajaja. En cuanto pasamos por Guadalupe, me pasa un corredor, le doy metros y por lo menos me orienta. Poca cosa más antes de llegar completamente abajo, cuidado en las curvas y a llegar sano a la carrera. 

Foto Festak
Por cierto, como me gustas esos “deportistas” que antes de dar una curva miran para atrás para ver si hay algún juez, se pasan al otro carril y trazan. Ya que no miren por su propio riesgo pues bueno, ellos sabrán, pero teniendo en cuenta que había gente y vehículos en el otro carril, podrían tener algo de consideración en respetar su seguridad, que ellos no tienen la culpa de que sean unos kamikazes, pero claro, solo nos interesa que no nos sancionen no? En fin….
Pues eso que llegamos a la segunda transición en un grupo de unos 10, algunos adelantamientos sin sentido y unas curvas más adelante esta la línea de desmontaje. Llego a mi sitio, dejo la bici, la primera zapatilla me cuesta más de lo normal, la segunda perfect y el dorsal que no se me olvide, me duele el pie, pero a ver cómo se comporta. Mientras que me voy poniendo el dorsal en marcha, intento pisar fuerte para quitar el dolor. Salimos al carril-bici y gracias a que Plagaro esta unos metros delante me ayuda a coger inercia para despegar. Al llegar al primer Km le alcanzo y espero que se una a mí pero cada vez oigo más lejos su respiración e intento concentrarme en lo mío. 

Foto Rakel
Son 5km así que no hay tiempo para descansar y el ir rebasando a corredores y los ánimos de la gente me hacen venirme arriba, algo bueno tenía que hacer en Hondarribi por lo menos. A mitad de carrera bajo un poco el ritmo para recuperar un poco el aliento y de nuevo a la carga. Por desgracia se me van acabando los metros y cuando me quiero dar cuenta estoy entrando a la pista de atletismo para pasar la línea de meta por detrás de mis dos últimos objetivos a los que no puedo dar caza. Me sorprendo de haber recuperado hasta el 25º puesto después del hándicap inicial con un tiempo de 1:12:43 y como sé que lugar me toca, acabo la mar de contento (es lo que tiene acabar corriendo, jeje) en estas carreras cada vez mas “profesionalizadas”.



martes, 15 de mayo de 2018

XIII Carrera Popular de Zuia 2018


Pues más a la aventura no podía ir esta vez. Veo que hay una carrera popular en Murguía, pertenece al circuito de carreras populares que organiza La Blanca, la historia es que veo que es a las 11h y yo salgo de guardia a las 9:30 (si no pasa nada) así que justo iba a andar para llegar, inscribirme y correr. Casi la descarto pero leyendo un poco más adelante veo que nuestra salida es a las 11:30 así que me si no hay lio podría llegar a tiempo.
Por suerte no ha sido un día laboral ajetreado y todo sale según lo previsto, así que después de coordinar la ida allí estamos con tiempo suficiente para hacer todo lo pertinente. He de decir que es una carrera como las de siempre, con las que he crecido, sin mucha parafernalia y de las que crean afición, en las que la voluntariedad de las personas está por encima de cualquier cosa, en ese aspecto El Club organizador lo hace de maravilla, lo que no entiendo es por qué todas las carreras del circuito cuestan como esta 5€ (un precio que veo adecuado a la circunstancia) y las que se corren en Vitoria con la misma distancia y organización se duplica dicho precio a 10 € (una pena ya que por principios no iré a ninguna de esas). Aparte de eso se hecha un poco en falta algo más de participación, pero estamos en lo de siempre….
Por suerte hay carreras de los más pequeños (GRATIS, señores que cobran 3-5 € a los peques, GRATIS, así se fomenta el deporte, no jugando al chantaje emocional con los padres para sacar más duros) antes de la nuestra y la animada de mi sobrina que se apunta a un bombardeo allí está en la línea de salida. Después de la llegada exhausta de la pipiola, toca ponerse a espabilar al cuerpo mientras animo a los demás enanos.
La carrera es corta y toca poner las piernas en alerta para lo que les va a venir, no están acostumbradas a estos achuchones pero no les va a venir mal para soltar la cascarilla que se empieza a acumular con la edad. Saludos hacia unos, risas con otros y el tiempo que nos respeta de momento. Por la megafonía nos dicen que nos vayamos acercando, me paro a charlar con Enaitz y me comenta un poco como va a ser el recorrido y de la que estoy conversando con Ibañez oigo el disparo, nos pilla a todos por sorpresa (se nota que no hay la misma tensión que en otras carreras).

Foto Rakel
Gustavo sale como un spuknik y me cuesta coger su estela pero después de achuchón lo consigo, por detrás también han salido escopeteados pero estamos unos metros por delante. Por lo que veo, vamos a tener mitad del recorrido inicial con viento en contra y luego al revés, por lo que la primera parte va a ser determinante.
Después de la primera vuelta pequeña hemos reducido un pelín el ritmo brutal de salida pero en una curva veo que se nos han acercado un poco el grupo encabezado por Jon y Enaitz, por lo que intento subir un poquito para que no se acoplen. Gustavo me dice que tenemos que girar a la derecha hacia un puente, aunque yo pensaba que quedaba una segunda vuelta pequeña, le digo que si el coche nos va a abrir todo el rato el camino y ante su afirmación encaramos el puente. 

Foto Aita
Después de llegar al km 2 decido que tengo que gastar algo más de lo que me gustaría para intentar separarme, porque luego con el viento a favor poco habrá que hacer. Llegando al 3 veo que me he escapado ligeramente del segundo y el grupeto ya está algo lejos para que nos pueda dar una sorpresa.
Con ganas de retomar al pueblo me empiezan a doler los cuádriceps, como he dicho antes, no están acostumbrados a estos ritmos jeje. Por suerte la bajada y el viento hacen que el sufrimiento sea menor. Hemos dejado Markina y Sarria ya detrás y a lo lejos está de nuevo el punto de partida. Echo un ligero vistazo hacia atrás, seguimos a la misma distancia casi todo el rato y sabiendo que Gustavo está en un estado de forma envidiable no me tengo que descuidar en absoluto. 

Foto Aita
Paso el puente, me inserto por las calles de Murguía cuando el reloj me marca el Km 6, yo pienso que todavía me falta una vuelta de esas pequeñas que me habían comentado, pero cuando llegamos a la bifurcación me mandan hacia meta, pues allí que voy, bueno unos 500 metrillos menos de lo estipulado, tampoco estoy para quejarme jajaja. Voy llegando al arco y aminorando la marcha para llegar donde están los jueces. Primera posición con 20:29 bastante rápida la cosa ha sido.


Me paro antes de recoger el botellín de agua, me doy la vuelta para esperar a los demás atletas que van entrando, entre ellos el tocayo Bravo al que le parecían cortos estos 6 Km y ya se había recorrido otros 12 antes. A pesar de algunas gotillas de agua que nos han caído el día ha respetado bastante y ahí estamos comentado las jugadas de la carrera y los “hostia cuanto tiempo sin verte” que tanto molan.

Foto La Blanca

martes, 10 de abril de 2018

II Duatlón de Santo Domingo de la Calzada 2018


Con la loca meteorología que estamos teniendo da cosica pensar en hacer alguna carrera por lo que te puedas encontrar, así que como la anterior vez, hasta última hora no hubo decisión de ir al duatlón de Santo Domingo de la Calzada. Nunca había ido por allí, pero me motivaba la distancia y me echaba para atrás que fuese muy “ciclista” pero cuando organizan algo a un precio adecuado no tengo más que intentar ir.
Las nubes nos reciben en el pueblo, buen sitio para aparcar al lado de la zona cero y muy buena organización. En cuanto me bajo de la fula empieza el baile de las cabras, yo por mi parte intento ajustar los cuernicos de mi bici para aparentar algo, jeje. Dorsales recogidos, todo preparado y para boxes. No sé si es porque faltaron las bicis de mi lado, pero me encuentro con un sitio como debe ser para colocar todo sin estar apretujado como de costumbre, otro punto más para ellos.
Ya con todo listo me dispongo a calentar, me pongo el traje de faena y a trotar se ha dicho. Me decido a ir con camiseta térmica porque el día está muy falso y aunque sé que en carrera me va a sobrar, nunca se sabe lo que puede pasar en la bici. A falta de cinco minutos nos indican que nos vayamos acercando, encuentro un sitio delante y me quedo esperando a la salida. 

Foto Raul Gutierrez
Faltan 2 minutos y oigo una conversación “tienen que llevar dorsal” y le responden “si ya llevan chip”, “no no, tiene que ir todos con dorsal” yo por acto reflejo miro que el mío por supuesto está en la cintura, pero…….la madre!!!!!!! Y ahí estoy yo en la línea de salida sin el dorsal, como en un mal sueño busco a mi hermana para poder ir a por él al coche, bendita mi suerte que está cerca y bendita mi suerte que el coche está a escasos metros. Sprint como si no hubiese un mañana, abrir el coche buscar en la mochila donde narices está, ponérmelo y volver a lo loco, bufff he librado. Me da el tiempo justo para meterme dónde puedo y en unos segundos salir zumbando al darse la salida. Menuda cabeza!
Con esto que estoy en mitad del pelotón e intento abrirme hueco en cada zancada, por suerte y con un pequeño calentón consigo llevar a la cabeza al salir de la plaza. Sabiendo que me van a quitar muchos segundos en la bici la táctica es clara, a tirar se ha dicho. Me coloco primero y empiezo a poner ritmo. Primeras curvas y aun asi aparecen recortadores, con el consiguiente grito de Bravo, pero como quien oye llover. Sé que por mucho que saque yo en carrera la diferencia con la bici va a ser brutal, pero bueno eso que me llevo. Hay un tramo donde veo que la bici que va abriendo paso salta un montículo de unos 50cm, yo miro para los lados por si tenemos que ir hacia alguno de los laterales, pero no, hay que saltarlo.

Foto Raul Gutierrez
 Llegando al Km 4 Elgezabal hace un rato que se ha quedado rezagado y es cuando Osoro se aburre de mi ritmo y se pone en cabeza, eso hace que espabile un poco y continúe con él.
Primera vuelta completada y las cosas están igual yo aguantando y con algo de ventaja sobre los de detrás. De nuevo llegamos al montículo ese, esta vez me tropiezo al saltar y casi aterrizo con los dientes, pero medio gateando puedo salvar la caída y continuo. Después del incidente he perdido unos metros con Pello, metros que van a ser insalvables. Enormes los ánimos recibidos durante este sector que está llegando a su fin. Entro en la transición a unos 15 segundos  y mientras me estoy cambiando oigo decir “mira que pedazo de bici lleva” (por Osoro) y le respondo al salir “casi como la mía” y nos empezamos a reír (que iba a ser de esto sin humor).
Al subirme a la bici y ponerme las botas veo que tengo la pierna llena de sangre desde la rodilla y la otra con una herida también, me da que ha sido en el salto ese que casi carpo, no molesta, así que adelante.  Bueno a lo que iba, tocan los 41 km en la bici, con viento  y sin drafting, vamos,  lo justo para mí. De primeras me encuentro comodo, voy a buen ritmo y salvo alguna pequeña subida todo va bastante bien. Me pasa Elgezabal pero le sigo viendo a lo lejos. La verdad que no sé porque pero voy de pm hasta el 16, bueno si se porque, por la ligera bajada y el viento a favor, a partir de aquí ya me empiezan a sobrar los Kms jajaja. Veo a lo lejos a la policía como cortando el paso, pero no está muy bien indicado si es para los coches o es porque tenemos que cambiar de dirección, y cuando me voy acercando veo que era para esto último, clavo frenos, derrapo y como puedo me reincorporo a la carretera bacheada de la izquierda.
Foto Raul Gutierrez
Seguimos por este mal asfalto pasando por Hormilla, me imagino que es lo que hay, pero no es nada cómodo. A estas alturas también me ha pasado Bizkarra, pero ese también es de otra raza y yo ya estoy en modo supervivencia. En el Km 24 casi hasta me alegro de que me pase uno con una bicicleta “normal” ya iba siendo hora, jeje. Después de los repechos y las subidas comenzados a bajar, el asfalto sigue muy facheado y la carretera es estrecha así que me lo tomo con calma. En una curva de derechas algo cerrada, me confío veo que me voy abriendo bastante, pero entre la gravilla de la carretera y su estado no quiero cerrarme más, veo que me voy hacia fuera y pienso ya en la mejor manera de caer porque esto no hay quien lo libre, entro en la hierba, buff esto ya está muy mal, me enderezo como puedo e intento no girar mucho para ver si poco a poco voy entrando en la carretera de nuevo, por suerte y esta sí que ha sido una buena librada, la hierba no me resbala y en vez de echarme vuelvo al asfalto, me he tensado tanto que me empieza a doler el hombro y todo, como digo, una librada muy muy seria.
Bien continuamos para bingo, a partir de aquí es la vuelta hacia el pueblo de nuevo, la bajada y el viento a favor que tanto me divertían antes ahora se han vuelto en contra, me van pasando algún que otro corredor más y voy restando los km que veo que faltan para acabar esta agonía. Diviso el pueblo a lo lejos pequeña bajadita de 4 km nos van a llevar hasta él, entro en las calles una especie de “S” y ya veo la zona de bajada, apuro hasta la línea me bajo y casi no siento ni las piernas. 

Foto Rakel
Estoy al final del box y me tomo el camino para que los pies entren en calor. Dejo la bici, ante la atenta mirada de la jueza, me calzo las zapas y al lio.
Malas, muy malas sensaciones en estos primeros compases, la sensación es de ir a paso tortuga (aunque eso no diga el reloj). Miro el montículo que hay que saltar y si antes casi caí, ahora más cansado no sé lo que pasara. Lo paso sin problemas y empiezo a recuperar las sensaciones, tengo a unos cuantos corredores en el punto de mira y eso me anima. Voy cazando de uno en uno, pero a mitad de sector me empiezan a dar amagos los cuádriceps, ya están muy tocados, reduzco un poco e intento recuperar. 

Foto Rakel
El último tramo entre las calles del pueblo me vuelven a motivar y corro mucho  más ligero, aunque no voy a poder dar caza a mi predecesor me gusta volver a encontrar ritmo. Últimos giros, últimos ánimos y veo el arco de meta, madre mía que carrera más sufrida pero madre mía que bonito.
Llego sorprendido en 9ª posición en 2:06:26 y comento la jugada con los corredores mientras intento que las piernas no me dejen de responder.  


Cuando ya estoy un poco mejor voy a ver la llegada de Diana y a animar a los corredores que están todavía en carrera. Para finalizar y después de una refrescante ducha helada, toca ir a por los utensilios de los boxes y a degustar la rica paella que nos ofrecen. Decir que me ha parecido una carrera muy muy bien organizada, para luego ver barbaridades por ahí con inscripciones de infarto que dicen que no es posible, (venga hombre) y aunque no es muy de mis características espero poder volver por estos alrededores en el futuro.

martes, 6 de marzo de 2018

XXVII Duatlon Eibar 2018


La verdad que no tenía pensado hacer ningún duatlón (en caso de hacer) hasta más adelante, yo y el frio no nos llevamos bien, pero por aprovechar el viaje me dejo engañar y me apunto al duatlón de Eibar. Ya de por si la distancia no es que sea de lo que más me gusta, pero viendo que es lo único que hay….
Las competiciones los sábados son más llevaderas que los domingos, sabiendo que siempre te tienes que desplazar es mejor tomarlo con la calma un sábado que madrugar un domingo, así que allí nos plantamos con todos los bártulos aun por sacar. Por suerte el temporal de estos últimos días de frio, lluvia y nieve han dado un respiro y hoy estamos con 15 grados y el cielo cubierto, por lo que la única duda es si lloverá o no.
La recogida del dorsal ágil y rápida, todavía queda una hora para el inicio, me hago un poco el remolón antes de ir a meter las cosas, pero bueno, mejor ir con la calma. 

Foto Aita
Saludo a las gacelas del equipo que están que se salen, estos jóvenes no tienen el menor respeto a las canas, jajaja. Con todo listo todavía tengo un rato para estar sentado en un banco viendo el panorama de los boxes.
A pesar de que queda más de media hora, ya me empiezo a aburrir y decido empezar a trotar, despacico vamos calentando las piernas y viendo un poco por donde va a discurrir el circuito de carrera. Van a dar la salida de las féminas y la gente se empieza a acercar a las inmediaciones, así que yo también voy con el tropel para empezar ya la fiesta. Me coloco en segunda fila, esto se va a alargar rápido así que no hay problemas para coger un buen sitio.
Bocinazo y a por esta agónica hora que nos espera por delante, como era de esperar se van los 3 jóvenes a lo suyo seguidos por el Francés, en estas carreras no se puede reservar nada así que a lo que dan las piernas y fuera. 

Foto Ramón Beitia
Los primeros 2 Km se me están haciendo duros Sáez y Ezquerra están tirando muy fuerte, pero a partir de ahí se estabiliza el cuerpo y aunque voy más rápido de lo que suelo ir tengo la capacidad para dar algún relevo que otro. Las distancias se mantienen en este primer sector y llegamos a boxes en el segundo grupo. 

Foto Mikel Taboada
No se me suelen dar mal las transiciones por lo general y en esta recorto unos metros a Hossain que estaba en tierra de nadie para salir muy cerca de él en la bici, aun así me tengo que pegar el primer calentón para agarrarle.
En los siguientes kilómetros nos van cogiendo los demás y formamos grupo. No había estado nunca en esta carrera, pero por el perfil creo que va a ser un duro rompe-piernas para mí, así que hay que pensar en las posibilidades de cada uno. 

Foto Rakel
No nos entendemos con los relevos y solo hay tirones, bueno esto nunca cambia, jeje. Llegamos al km 8 donde se tuerce mi carrera, después de una bajada rápida empiezan a frenar fuerte, el olor a freno hace su aparición y veo que tenemos un giro de 180º, me paso ligeramente para no chocar con nadie y de la que doy la vuelta bajo plato para afrontar la subida con la mala suerte de que se me sale la cadena, intento meterla en marcha como muchas otras veces pero esta vez no quiere, se me acaba el equilibrio y sin poder meterla consigo sacar el pie en el último momento para no caerme. Manualmente consigo meterla con la desesperación de ver como se me está escapando el grupo y encima toca subir la cuestarraca otra vez. Iluso de mi aprieto como puedo para intentar contactar, pero se han ido unos 20 segundos de oro insalvables en esas condiciones, con lo que después de llegar arriba y con las piernas que me estallan pongo mi ritmo para intentar no morir.

Foto Naike Ereñozaga
Por detrás me atrapan varios corredores, vienen fuerte pero no les puedo dejar escapar. Y así va a ser la segunda parte del sector, yo intentando no quedarme atrás de los nuevos compañeros de bicicleta. A pesar de lo sucedido no es cuestión de lamentos y toca llegar a la t2 y hacer una buena carrera. No sé exactamente donde nos tenemos que bajar, así que desde que entramos en el pueblo voy gran parte del recorrido con los pies fuera de las zapas para evitar sobresaltos.

Foto Lartaun Iturbe

Después de una curva de izquierdas veo a los jueces  y la línea de bajada, voy muy rápido y bajo velocidad como puedo para saltar de la bici en el último momento.
Transición de nuevo aceptable y salgo el primero del grupo, con lo que queda hay que intentar coger por lo menos a uno que veo a lo lejos, porque los demás en tan poco espacio va a ser imposible. 

Foto Aita
Antes del primer kilómetro doy cuenta del predecesor y sigo con ritmo alegre, el sobreesfuerzo de la bici no ha venido nada bien, pero estoy corriendo a gusto y eso es lo que me motiva para seguir apretando. Después de varios giros, solo me queda conservar la posición y llegar a meta.
Como he dicho una hora agónica en la que no da tiempo a nada más que apretar y exprimir todo lo que tengas. Llego en 12ª posición en 53:22 con la pena de haber perdido unas buenas posiciones, pero oye, que estas cosas son así, jajaja.